Extrabajadores de Chevron-Texaco denuncian otras deudas en Ecuador

Quito, 18 ene (PL) Trabajadores de la petrolera estadounidense Chevron-Texaco en Ecuador rompieron el silencio para denunciar hoy las injusticias laborales que padecen desde hace 25 años.
Los 30 mil indígenas y campesinos afectados por la contaminación ambiental y a la salud humana dejada por Chevron-Texaco en las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos no serían sus únicas víctimas en Ecuador, afirma el diario nacional El Telégrafo, al cual recurrieron con documentos probatorios.
Algunos exempleados contaron cómo los gobiernos y la justicia de turno liberaron a la poderosa transnacional de culpa por la contaminación ambiental, así como de los reclamos laborales hasta el momento desconocidos.
La empresa tenía dos modalidades de trabajadores: una con contrato expreso, firmado directamente con la compañía, y otra con contrato tácito, los que ingresaron a laborar enviados por la antigua empresa Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (Cepe), en supuesta comisión de servicios por un tiempo.
Muchos de esos trabajadores dieron sus mejores años y hasta su vida por la compañía, y al final no recibieron liquidación ni indemnización, comentaron Édison Toledo, Margarita Yépez y otros exempleados citados por el periódico.
Ellos mismos se consideran el eslabón perdido de los afectados y aseguran que presentaron juicios laborales en contra de Texaco, pero si bien algunos ganaron en primera instancia, perdieron en todas las demás.
Según contaron, a otros los liquidaron con el 50 por ciento con base en una supuesta acta de transacción, documento ilegal aprobado por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje el 19 de diciembre de 1989.
Mientras a un tercer grupo le hicieron firmar desistimientos de procesos judiciales y finiquitos bajo presuntas presiones y engaños.
Acudir a instancias nacionales como la ex-Corte Suprema de Justicia u organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, no les ha servido de nada.
«La presión y el poder de Texaco (cuyas acciones adquirió Chevron en 2001) ha pesado más en el sistema de justicia desde 1989, dentro y fuera del país, por eso los extrabajadores perdimos los juicios», decalaró Toledo.
Por su parte, Yépez, quien laboró dentro de la empresa en el área de Relaciones Industriales o Talento Humano durante 16 años, afirma ser testigo de que jamás se dictó una sola capacitación acerca de los daños que podrían suceder por los derrames.
Además, sostuvo que los trabajadores estaban convencidos de que el petróleo era inocuo y algunos, incluso, siguieron las recomendaciones de los extranjeros de que era bueno aplicarse en la cabeza para detener la caída del cabello, en las partes afectadas por el reumatismo o problemas de huesos.
Esto que ahora puede parecer extraño, escandaloso y tonto, no es más que la demostración de la ignorancia que había en el Ecuador sobre este tema que luego se transformó en problema de salud, de la naturaleza, de los trabajadores y de los habitantes ecuatorianos de la zona oriental, confesó.

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