Revelan nuevas pruebas sobre contaminación en Michigan, EE.UU.

Washington, 21 ene (PL) La publicación de más de 270 páginas de correos electrónicos sobre la contaminación del agua en la localidad estadounidense de Flint, muestra hoy la responsabilidad del gobernador del estado de Michigan, Rick Snyder, en el escándalo.
La correspondencia muestra los errores de la administración de Snyder, quien milita en el Partido Republicano, en los momentos iniciales de la crisis en dicha ciudad, donde la mayoría de la población es negra y con altos niveles de pobreza.
En dichos intercambios, uno de sus principales asistentes se refiere de forma despectiva a quienes se quejaban del problema, mientras otros acusan a los ciudadanos de aprovechar el asunto con fines políticos, con vista a los comicios de este año.
Los textos proporcionan detalles sobre la forma en que los líderes políticos de esa demarcación subestimaron las preocupaciones de los residentes y estaban ansiosos por culpar a la alcaldesa de Flint, Karen Weaver (demócrata), a la vez que desconocían las evidencias de los científicos sobre la gravedad del asunto.
De acuerdo con los documentos, no fue hasta finales de 2015, tras varios meses de quejas, que los funcionarios del Estado admitieron que había una emergencia sanitaria de grandes proporciones debido a que el agua contenía plomo, que envenenó la sangre de docenas de personas en la ciudad.
Los correos electrónicos salieron a la luz después que el diario Detroit Free Press publicó el 17 de enero un editorial en el que llamó a las autoridades del estado a ser más transparentes en esta crisis, que ya tiene repercusiones en Washington y en la campaña para las presidenciales de noviembre.
En ese sentido, la alcaldesa Weaver dijo en esta capital, donde asistía a una conferencia con sus homólogos de todo el país, que lo ocurrido en su localidad no sucedería en un suburbio de personas ricas.
Por su parte, el presidente Barack Obama, quien ayer recibió a Weaver en la Casa Blanca para mostrarle su apoyo, señaló que si él fuera uno de esos padres (de Flint), estaría desesperado «solo de pensar que la salud de mis hijos pudiera estar en riesgo».
El mandatario, quien ayer estuvo en la ciudad de Detroit, Michigan, no incluyó en su itinerario una visita a la urbe de unos 100 mil habitantes y que el sábado fue declarada por el Ejecutivo en estado de emergencia.

contaminaccion-flint

Deja tu comentario