Confirmación de una noticia anunciada en la Conmebol

Por Julio Fumero

Asunción, 26 ene (PL) La elección hoy del paraguayo Alejandro Domínguez como presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) es cintillo periodístico generalizado, pero eso estaba anunciado y la cuestión es otra.
El problema estriba en si Domínguez podrá, como prometió tras ser designado, revertir la pésima imagen de esa organización involucrada en el escándalo de corrupción que estremece los cimientos de ese deporte, desde su Federación Internacional (la FIFA) hacia abajo.
Porque los dos titulares precedentes de la Conmebol, ambos paraguayos, están arrestados y sujetos a investigaciones como parte del «affaire» llamado Fifagate, destapado el 27 de mayo de 2015 por la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch.
Entonces la alta funcionaria dio a conocer lo que se convirtió en escándalo de carácter universal de la FIFA por acusaciones de sobornos, lavado de activos y fraude electrónico.
La noticia hoy -si se le puede llamar así- fue la elección de Domínguez en un Congreso extraordinario de la Conmebol en su lujosa sede cercana a esta capital, la ciudad de Luque que integra la zona metropolitana del Gran Asunción.
Allí se reunieron los representantes de las 10 agrupaciones del fútbol en el continente, para darle el visto bueno al único candidato al cargo, después que lo declinara el uruguayo Wilmer Valdez, quien se desempeñaba como presidente interino.
Sin embargo, flotan en el ambiente las acusaciones contra dos paraguayos con igual responsabilidad en la Confederación, Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz, éste por un periodo tan prolongado como de 1986 a 2013, para dar paso al año siguiente a Napout.
Hasta ahí las cosas iban bien en la Conmebol, o lo parecía, pues al desatarse la turbulencia de la corrupción todo se volvió del revés.
Cuando en diciembre pasado se encontraba en Zurich para participar en una reunión de la FIFA, en su condición de vicepresidente, Napout fue aprehendido para cumplir una solicitud de la justicia estadounidense.
El ya dimitente a la presidencia de la Conmebol aceptó ser extraditado a territorio norteamericano y ante un tribunal accedió a pagar una fianza para evitar ir a una cárcel, una jugada que levantó suspicacias por lo elevado del monto.
Al propio tiempo, las acusaciones se extendieron hasta Leoz, quien por su avanzada edad (87) cumple arresto domiciliario en Asunción y su defensa trata por todos los medios de evitar la extradición pedida por Estados Unidos.
Alejandro Domínguez, quien terminará en 2019 el mandato al cual obligatoriamente renunció Napout, enfrentará ahora un buen reto: limpiar la imagen tan dañada de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Para ello, a pesar de su largo nexo con el fútbol, el nuevo titular deberá apartarse un tanto de su actividad como próspero empresario, vinculado a un conglomerado mediático y con intereses en entidades tabacaleras, hoteleras e inmobiliarias.
Poco que ver con el deporte, pero sin dudas una carta de presentación nada despreciable para que en este Congreso extraordinario de la Conmebol obtuviera el consenso absoluto, sin oposición alguna, hacia la apreciada presidencia.

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