Legado de José Martí continua vigente en México

Por Mayra Pardillo*

México, (PL) El Héroe Nacional cubano José Martí (1853-1895) mantiene su vigencia en México, país donde encontró abrigo cuando era muy joven, y en el que amó, creó y surgió una bella amistad que perduraría hasta los últimos instantes de su vida.
Varios lugares de la Ciudad de México recuerdan su paso por esta urbe, como el Centro Cultural que lleva su nombre, inaugurado en 1976, donde se alza su escultura a tamaño natural, y también el busto en una de las entradas al emblemático Bosque de Chapultepec.
Fuentes consultadas aseguran que en la capital mexicana permanece archivado el original del acta de matrimonio de Martí con la cubana Carmen Zayas Bazán.
El Maestro, uno de los epítetos con los que trascendió, dejó escritas muchas páginas en la revista Universal y en otros espacios nacionales y fue aquí donde estrenó su obra Amor con amor se paga, en el teatro Principal.
En la citada revista de corte político, literario y comercial, el 2 de marzo de 1875 apareció su primera crónica, mientras que cinco días después publicó un poema en homenaje a su hermana Mariana Matilde, «Ana», fallecida en el México que la recibió junto a sus padres.
La carta que dejó inconclusa cuando cayó en combate el 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, por la independencia de Cuba y reconocida como su testamento político, la dirigió a su gran amigo mexicano Manuel Mercado.
«(…) ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América (…)», le expresa el Apóstol a su entrañable amigo.
Más de un centenar de epístolas escritas por Martí conservaría Mercado celosamente, publicadas por primera vez en 1946 por la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando Alfonso, hijo de Mercado, las sacó a la luz.
Martí está vigente también en centros educativos mexicanos que ostentan su nombre como la Escuela Preparatoria Oficial No.96 José Martí, enclavada en el Estado de México, y en el mural -como figura central- realizado por Diego Rivera, donde este recrea a la Alameda.
Además del Maestro otros cubanos serían recibidos en el México del siglo XIX, como el poeta José María Heredia, el cantor del Niágara, que vino a acá en 1825, aquí contrajo matrimonio, y falleció en 1839.
En esa época vendría al país el bardo cubano Juan Clemente Zenea y en el siglo XX el joven revolucionario Julio Antonio Mella, quien encontraría aquí una muerte traicionera.
A mediados de la década de 1950 Fidel Castro y sus compañeros prepararon desde México la gesta que los llevaría Cuba en el yate Granma para hacer la Revolución.

MARTÍ ES MEXICANO Y UNIVERSAL

El escritor Alfonso Herrera Franyutti fue el ganador del Premio Internacional José Martí de la Unesco 2016, a quien ya habíamos conocido ante la tumba de Manuel Mercado en el Panteón Francés de la Piedad, en la capital mexicana.
La organización mundial expresó en un comunicado que fue escogido «por un jurado de expertos internacionales en reconocimiento a su continua contribución a la promoción de la paz, la solidaridad y los derechos humanos entre las naciones de América Latina y el Caribe».
En entrevista con Prensa Latina el también médico cirujano reveló que recibiría el premio en La Habana durante la II Conferencia Internacional Con Todos y para el Bien de Todos, a celebrarse del 25 al 28 de enero, esta última la fecha en que nació el patriota cubano y universal.
Yo no conocía mucho del Apóstol hasta que visité a Cuba por primera vez en 1962, a propósito del tercer aniversario del Triunfo de la Revolución, y ya en la tribuna, en el Mausoleo a José Martí, se me ocurrió escribir algo y empezar a investigar sobre su vida y obra, dijo.
Escribía primero para mí, pero a medida que fui adentrándome en su conocimiento y al ver que sobre Martí en México -título de uno de sus libros- había poco escrito empecé a profundizar sobre su estancia en el país y al final tuve un libro, explicó.
El segundo fue Sin amores, que recoge toda la poesía que el joven Martí creó en México entre 1875 y 1876, la cual estaba dispersa, afirmó.
Voy a asistir en la isla caribeña a un evento de carácter y alcance mundial donde recibiré el premio que para mí significa un gran honor, al ser reconocido por la Unesco a mis 85 años, precisó.
El gran valor de Martí en nuestro país fue su labor periodística y ante todo su lucha desde aquí por la independencia de Cuba, agregó.
Visitó los alrededores de la ciudad de México, pero él escribe sobre diversos aspectos de la vida en la nación, además fue un excelente cronista de teatro y sus versos fueron publicados en la prensa.
La muerte en México de una de sus hermanas fue un golpe fuerte para él, porque era su consentida, como también lo fue ver que su familia vivía aquí en pobreza, manifestó el destacado ensayista.
Incluso Manuel Mercado -su entrañable amigo mexicano- tuvo que ceder un lote que poseía en el cementerio para que enterraran a Ana.
Esta amistad entre México y Cuba es muy antigua, al acoger no solo a Martí sino también a otros muchos cubanos en distintas épocas.
Surge desde el denominado descubrimiento de América, pues de Cuba parten las naves de Hernán Cortés a la «conquista de México» y esa simpatía entre ambos países se ha prolongado a lo largo de más de 100 años, resaltó.
Hay que recordar que México fue el único país que no rompió nunca sus relaciones con Cuba, puntualizó.
Entre los reconocimientos que más aprecia mencionó el Premio por la Cultura Nacional, entregado en Santiago de Cuba en el centenario de la caída en combate de José Martí y que recibió de manos del destacado poeta, narrador, ensayista y crítico cubano Cintio Vitier (1921-2009).
También posee la Orden de la Solidaridad, otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba en 1993, así como la distinción Pensar es servir, concedida por el Centro de Estudios Martianos en julio de 2007.
Otras personalidades galardonadas con el premio de la Unesco son el fraile dominico brasileño Frei Betto, en 2013; el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, 2005; el politólogo argentino Atilio Borón, 2009 y el sociólogo mexicano Pablo González Casanova, en 2003.
Obviando la conocida frase Honor a quien honor merece, Herrera Franyutti recibe con esa sencillez y optimismo que aflora en cada una de sus palabras, como un colegial sencillo, sin asomo de vanidad ni vanagloria, tan importante premio a su abnegada labor de mantener vigente la figura de José Martí.

*Corresponsal de Prensa Latina en México

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