La Habana.- (PL) Un virus que provoca síntomas similares al dengue se disemina por el mundo, con énfasis en Latinoamérica, donde las cifras de contagios en Brasil mantienen en vilo a la comunidad científica del planeta.
Se trata del virus del Zika, identificado por vez primera en 1947 en el bosque de Zika, en Uganda, que reaparece con fuerza a mediados de 2015 en Brasil y centra ahora la mirada además de autoridades sanitarias y gobiernos, por su supuesta relación con malformaciones congénitas y microcefalias en niños, cuyas madres fueron contagiadas durante el
embarazo. El mayor número de casos se concentra en esa nación
suramericana.
Tales asociaciones dispararon la alerta, y el llamado de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) fue inminente. Un comité de emergencia sesionó a inicios de esta semana en la sede de la organización con la asistencia de una veintena de expertos de todas partes del mundo.
Resolvieron decretar, entonces, una emergencia sanitaria internacional al conjunto de esos casos de microcefalia y trastornos neurológicos.
Pero no sólo el zika está vinculado temporalmente al aumento de casos de microcefalia. También lo asocian a la aparición del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico autoinmune que ataca a una parte del sistema nervioso periférico, provocando la incapacidad de
sentir calor, dolor y otras sensaciones, además de paralizar de manera progresiva varios músculos del cuerpo.
La carga que conlleva para las familias constituye una amenaza por sí sola y por eso he aceptado la recomendación del Comité de declarar una emergencia sanitaria de alcance internacional, aseveró la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Es una condición tan seria -las malformaciones y la microcefalia- que tenemos que actuar y tomar medidas preventivas, indicó en una teleconferencia tras los primeros acuerdos.
El Comité destaca, además, la importancia de tomar acciones enérgicas a fin de reducir el número de casos de infección, en particular en las embarazadas y las mujeres en edad fértil.
En su turno, el director de emergencias del organismo Bruce Aylward afirmó que no se ha podido establecer la relación directa entre el virus del Zika y los casos de microcefalia y desórdenes neurológicos. Pero, subrayó, los reportes son tan graves que hemos decidido tomar medidas urgentes.
Trasmitido por el mosquito Aedes aegypti, una de las primeras disposiciones es el control del vector. Se deben promover y ejecutar enérgicamente las medidas de control de vectores y las medidas apropiadas de protección personal a fin de reducir el riesgo de exposición, señalan las recomendaciones.
Con síntomas similares al dengue, el zika tiene un periodo de incubación aproximado entre tres y 12 días, según describen los protocolos. Tras ese lapso aparecen los síntomas clásicos: fiebre de unos 39 grados Celsius, dolor de cabeza, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas, las cuales suelen durar entre dos y siete días.
RESPUESTAS DE LAS NACIONES
Diseminado ya por casi todo el continente, cálculos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan que podría afectar de tres a cuatro millones de personas en el continente en un periodo de un año. Ante tales circunstancias, las naciones, además de recomendar a las futuras madres aplazar sus planes de embarazo, decidieron aunar voluntades para frenar su expansión.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), concluyó su más reciente reunión en Quito, con un llamado a combatir su proliferación.
En apenas una semana, los ministros de Salud de los países miembros del Mercosur, otras naciones del Caribe y Suramérica firmaban en cita extraordinaria, una declaración, que servirá de guía para encarar su avance en la zona.
En la propia cita la directora de la OPS, Carissa Etienne, anunció que serán destinados 8,5 millones de dólares para ayudar a los países para enfrentarlo.
Pero la preocupación va más allá de Latinoamérica y el Caribe. La OMS llamó además a las naciones europeas a tomar todas las medidas preventivas.
Según la directora de la oficina de esa agencia de la ONU para Europa, Zsuzsanna Jaka, han entrado en el continente algunos viajeros infectados, pero la enfermedad todavía no se ha transmitido más allá debido a que el mosquito aún está inactivo, pero, con el inicio de la primavera y el verano, aumenta el riesgo de que el virus se propague,
auguró.
A esos llamados de alerta se suman más de 20 agencias y departamentos de Naciones Unidas, que coordinan esfuerzos para paliar sus efectos.
El virus Zika y su posible relación con microcefalia o complicaciones neurológicas en recién nacidos podría propagarse a Asia y África.
La enfermedad puede viajar hacia otras partes del mundo en donde la población no es inmune, lamentó el titular del departamento de Salud Materna e Infantil de la OMS, Anthony Costello, durante un encuentro con medios informativos.
Anunció a propósito de ello, que el organismo establecerá puntos de vigilancia en varias partes del mundo, en especial los países más pobres y con altas tasas de natalidad.
Asimismo adelantó que la OMS está en proceso de organizar un equipo especial de respuesta al brote utilizando las lecciones aprendidas con la crisis del ébola.
Contaremos con 30 puntos de vigilancia en todo el mundo especialmente en países que carecen de robustos sistemas de salud, explicó.