Trump y Clinton, dos dilemas en partidos diferentes rumbo a la Casa Blanca

Washington, 8 feb (PL) El aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton plantean dos dilemas a sus respectivos partidos aunque ambos pueden ser solubles para esas agrupaciones políticas.
En el caso de Clinton, pocos descartan que será la candidata partidista para noviembre de 2016 y debe superar el reto del senador Bernie Sanders.
Según Judd Gregg (R), un ex gobernador y senador de tres términos de New Hampshire,
Hillary está en un camino imparable aunque no triunfe mañana porque tiene la maquinaria del partido detrás de ella, los sindicatos de los maestros, los grupos minoritarios como el Comité Negro del Congreso y el proceso de selección de super delegados, todos están fuertemente inclinado a favor ella.
Plantea Gregg en un análisis que publica el diario The Hill que después de New Hampshire, el proceso se mueve al sur y a los grandes estados, en los que estos grupos dominan y nominan.
Todavía, señala, habrá un tiempo de entretenimiento, pero Sanders no conseguirá la nominación y la única cosa que puede afectar a Hillary es que presuntamente puso la seguridad nacional en riesgo con el asunto de sus mensajes de correo electrónico.
Si eso se vuelve muy dañino y peligroso, algo que parece difícil, el Partido Demócrata prescindirá de ella y la selección no recaerá en el senador por Vermont, si no es el vicepresidente Joseph Biden, que se convertiría en el candidato.
Gregg plantea que este «drama hipotético» es poco probable que tenga lugar, sin embargo, añade, las sombras éticos y legales que se aferran al nombre de Clinton son aceptadas sin quejarse por su partido.
Por lo tanto, subraya, tarde o temprano, Hillary se convertirá en el candidato demócrata.
El analistas plantea que eso no pasa en el bando de los republicanos que no tienen una estructura de poder.
La mayoría de los republicanos, al menos 65 a 75 por ciento, no va a votar a favor de Donald Trump y buscará una alternativa para unirse detrás de ella contra el inversionista neoyorquino.
Cruz ganó Iowa porque un grupo concentrado y motivado de gente fue a las asambleas y las dominó, los evangélicos, pero el no va a ganar, consideró el exsenador de New Hampshire.
Iowa, al mostrar la tendencia de los votantes tradicionales del Partido Republicano, se inclinó por el senador por Florida Marco Rubio, quien enfrenta el reto de figuras vinculadas también a la maquinaria partidista como Jeb Bush, John Kasich e incluso Chris Christie, en competencia por el mismo voto.
New Hampshire debe mostrar quién será el contrincante de Trump, Rubio si repite su avance o si Bush o Kasich toman ese papel para desbancar al multimillonario con el apoyo del voto tradicional y la maquinaria partidista.
Gregg plantea que no será Cruz, porque él no es ni confiable ni genuino y parafraseando al presidente Abraham Lincoln, el senador por Texas sólo puede engañar a algunas personas todo el tiempo y no lo suficiente para ganar.
Plantea el análisis que los republicanos no están tan frustrado para elegir a Trump o a Cruz, uno muy superficial y el otro muy demagogo.
Añade que si Bush, Kasich o Rubio ganan en New Hampshire esa persona va a ser el candidato que recibirá el apoyo de forma rápida y abrumadora.

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