Un año más y con la fe puesta en que pronto se les resolverá su conflicto que lleva más de 21 años, ex trabajadores de la Ruta-100 acudieron y se postraron ante la Virgen Morenita de Guadalupe…, sí… allá…, en el corazón de la Basílica de Guadalupe.
Acudieron cientos de ex trabajadores del volante de la R-100, dirigidos todos ellos por su dirigente y líder nato, Jorge Cuellar Valdez y otros representantes como Felipe Domínguez y Ernesto Monroy, entre otros, para rogarle a la Virgen del Tepeyac interceda ante las autoridades del gobierno capitalino para que se les resuelva su conflicto, aunque sea de manera moral y espiritual, situación que alivie a los trabajadores para no claudicar en sus demandas laborales y el Jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, atienda sus legítimas demandas.
En punto del medio día de hoy, los ex trabajadores de la ex R-100 llegaron puntuales a la Basílica de Guadalupe.
A todos ellos -como se dice hoy en día: todos esos viejitos de la cuarta que ya rebasaron la tercera edad-, se les fulguraban rostros cansados de tantos años de lucha sin que se les resuelva su conflicto laboral por las malas autoridades capitalinas; escucharon la homilía del mediodía para pedirle a la Virgen de Guadalupe y al Santo Papa los oiga para mitigar su sed de justicia, aunque sea por un ratito.
Terminada la misa, los ex trabajadores se dieron cita en el atrio parroquial para escuchar al líder Jorge Cuellar, y éste a su vez, informar sobre el avance de las negociaciones políticas y laborales que se llevan a cabo con las autoridades de la Ciudad de México, particularmente con Manuel Granados Covarrubias, Consejero Jurídico del gobierno citadino, y con la Secretaria del Gobierno de la actual administración pública local, Patricia Mercado.
Posteriormente se dirigieron a la nueva Ruta de la Línea 6 del Metrobús, recién inaugurada por Miguel Ángel Mancera (el pasado 21 de enero), con recursos del propio Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de la Pasajeros R-100 (SUTAUR), en el cruce de las avenida Montevideo y Misterios, a un costado de la Basílica de Guadalupe, ruta que corre del Rosario a San Juan de Aragón.
Si bien los ex ruteros de la 100 consideraron que la inauguración del Metrobús de avenida Montevideo estuvo a cargo del Jefe del Ejecutivo local, que solo le sirvió para tomarse la fotografía de una obra que surgió de una situación económicamente fraudulenta; acusaron que el GDF prefiere proteger a sus “delincuentes favoritos” para otorgarles toda clase de concesiones, como es el caso de esta nueva línea del Metrobús.
Es decir, Gabino Camacho a quien se le acusa de haber provocado la quiebra técnica de la Ruta 100 en la época dorada del PRI, ahora se le premia por estar a las órdenes de los gobernantes en turno, dijo Cuellar.
Acusó que los tres mil millones de pesos de inversión para echar a andar la Línea 6 del Metrobús, son los recursos económicos defraudados de lo que fue la Ruta 100, por parte de Ricardo Barco y Gabino Camacho, así como de tres cómplices más, perjudicando el desarrollo socioeconómico y político de 12 mil ex trabajadores. Lo más grave –aseveró- es que Mancera se confabuló con ellos.
Rememoró que esos defraudadores han actuado bajo el paraguas de la impunidad desde hace siete administraciones en que la Ciudad de México comenzó a tener “gobiernos de izquierda”, desde aquella época dorada en que le arrebató el poder al otrora y todo poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI); “la dupla integrada por Gabino Camacho Barrera y Ricardo Barco López, éstos han sido ‘ladrones útiles’ para el gobernante en turno y así evitar su encarcelamiento ante las claras evidencias que obran en contra de ellos”.
Exhortó a los ex trabajadores de R-100 “no bajar la guardia”, seguir en la batalla acudiendo al edificio del Gobierno de la Ciudad de México para realizar los mítines semanales, para que de forma paralela, se ventilen bajo presiones legítimas de la ex Ruta 100, la solución de este conflicto que lamentablemente debido a la insensibilidad y arrogancia del gobierno mancerista, el conflicto sigue varado sin visos de solución.