Las mieles de los penales

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Considerada hasta todavía el año pasado como la octava cárcel más famosa del país, el Penal de Topo Chico, en Monterrey, por albergar a más de 600 reclusos y en donde testimonios de familiares de reos de baja peligrosidad y de quienes entran y salen a visitar sus familiares quienes están pagando alguna condenan, aseguran que dicho lugar es el cobijo de uno de los grupos del crimen organizado más grande del país.

Historias como de prostitución y esclavitud sexual que salían a la luz pública sobre uno de los tantos privilegios de reos poderosos hablando específicamente de quienes podían pagar más y evidentemente de alta peligrosidad, fueron estas mismas historias que ante la miopía de las mismas autoridades que han solapado y quienes trabajan dentro del Penal de Topo Chico, en Monterrey hacían que con el tiempo se convirtiera en leyes urbanas.

No siendo suficiente de dichos testimonios hechos en historias que no solo han traspasado sus muros de seguridad, fue ahí mismo en donde se filmó el documental mexicano “Presunto Culpable”, el cual se estrenó en las salas de cine de México, en febrero del 2011 aunque antes de esto ya se había exhibido en festivales del cine internacionales y en la cadena pública PBS en Estados Unidos, en donde obtuvo un premio Emmy.

La semana pasada el Penal de Topo Chico, en Monterrey ,vuelve a ser motivo de noticia, escándalo público y mitos hechos realidad reafirmando la misma historia que se comparte en los penales de nuestro país, en donde en unos son de otras escalas pero al final se comparte un problema que se ha venido repitiendo por décadas y olvidado por las autoridades de todos los niveles así como de los mismos políticos que piensan que los problemas se acaban dentro de los muros de los penales dejándolos en el olvido.

En el país del “no pasa nada”, como el nuestro y del “acabo nadie se da cuenta”, ha sido un pensamiento del que se ha hecho costumbre en México en donde antes de la globalización era el escudo perfecto ante la impunidad de la crítica, sin embargo, ésta forma de pensar no ha superado que ya formamos parte del mundo en donde lo que se trata de esconder en el país sale a la vista del mundo por organismos internacionales.

Tal es el caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que en repetidas ocasiones no solo han hecho público sino también han dado a conocer directamente a México, sobre las prácticas de autogobierno, cobros y privilegios existentes en los reclusorios tanto varoniles como así en los femeniles del país.

La CNDH ha dado en repetidas ocasiones informes detallados sobre cómo son los cobros tanto de protección, tipo de alimentos, uso de teléfono o celulares y privilegios que tienen algunos hombres y mujeres que están pagando alguna condena en donde sus celdas cuentan con televisiones de pantalla plana, minibar, aire acondicionado, etc., todo tipo de lujos como se ha visto en las películas y novelas como las de Pablo Escobar, pero evidentemente en menor escala.

Todo esto financiado principalmente por los Centros de Rehabilitación Social, (CERESOS), varoniles de alta seguridad existentes en México, problema que también existe en menor escala en los centros de rehabilitación o penales donde las mujeres también pagan sus condenas.

El problema de la falta de gobernabilidad por parte de las autoridades dentro de los penales en México es tan viejo como las mismas prisiones, es decir, siempre han existido y no dejan de ser negocio redondo tanto para quienes dirigen éstos centros como también los guardias, en donde todos salen ganando.

Mucho se dice de lo que sucede dentro de los penales en el país y aunque algunos de ellos suenen a leyendas urbanas, pero lamentablemente se pueden catalogar por cierto todas y hasta peores.

Es muy difícil acabar con éstos privilegios de quienes tienen más dinero son los que pueden sobrevivir, sin peligrar la integridad de los que pagan una condena. Dentro de ahí todo tiene un costo o un mínimo precio, todo indica que es igual de caro vivir detrás de los barrotes como estar afuera, pero la vida es más difícil ya que los que tienen que generar dinero para sostenerse dentro de los penales son los familiares que no siendo suficiente buscar un ingreso para el sostenimiento de sus familias también tienen que hacerlo para los que están pagando una condena.

Los informes presentados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sobre los reclusorios masculinos, sobre todo los femeninos siendo éste último el más olvidado por no considerarse de alta peligrosidad, empero, son los mismos vicios los que comparten para poder sobrevivir dentro de los penales. No son alarmantes dentro de nuestro país puesto que ni las autoridades mexicanas les interesa corregir, sino todo lo contrario porque entre menos se divulgue a los medios de comunicación es mejor, pero aun que se dieran a conocer o se hicieran innumerables documentales, le hace lo que el viento a Juárez.

De nada sirven informes de la CNDH o cualquier otro organismo ya sea de gobierno o privado, ni reportajes, ni documentales con respecto a algo muy conocido para los mexicanos mientras que a la misma autoridad no le interesa o menos a cualquier político porque son cosas que popularmente no hacen eco en la población.

Es por esta misma razón por que las propuestas de privatización de los penales solo quedan plasmadas como titulares de noticias, así como el uso de bloqueadores de señal celular, porque acabaría con las mieles que dejan los privilegios y abusos que se viven dentro de éstos penales.

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