Londres, 19 feb (PL) Tras negociaciones calificadas de tensas y complejas, Reino Unido y la Unión Europea (UE) finalmente llegaron a un acuerdo para redefinir sus relaciones, trato que complace a las dos partes, según las declaraciones.
A raíz del pacto logrado, el gobierno británico de David Cameron deberá defender la permanencia del país en el bloque regional durante un referendo sobre el tema, y se espera que las concesiones otorgadas a Londres faciliten que la población vote a favor de la membresía.
Tras las discusiones de dos días en una cita de jefes de Estado y Gobierno del área, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció: «Acuerdo. Apoyo unánime para la nueva relación de Reino Unido con la UE».
Por su parte, Cameron publicó en Twitter que el pacto alcanzado permite redefinir los nexos y comunicó que mañana presentará los detalles ante su Gabinete.
Según fuentes europeas, el acuerdo es justo, equilibrado y ofrece soluciones a las dos partes, pero solo entrará en vigor si Reino Unido aprueba seguir en el bloque regional en la consulta que podría convocarse para antes del verano.
La conciliación finalmente complació a Londres y a la UE en el punto más polémico, referido a la intención británica de restringir las ayudas sociales a los inmigrantes procedentes de otras naciones de la comunidad.
El grupo de los 28 aceptó concederle a ese país un mecanismo de emergencia que permitirá suspender el acceso de los inmigrantes a determinados complementos salariales durante sus primeros años de trabajo allí, lo cual solo podrá estar vigente por siete años y no los 13 reclamados por Cameron.
Reino Unido también podrá variar las ayudas por hijo que le correspondan al trabajador en dependencia del precio de la vida en el país de origen, si el menor se encuentra en esa nación.
Respecto al tema monetario, el otro de mayor polémica, Cameron logró la aprobación de una salvaguarda que le permitirá aplazar la aplicación de políticas económicas comunitarias (si las considera una amenaza), por ser un Estado no integrante de la zona euro.
Varios mandatarios celebraron el trato alcanzado como el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, quien afirmó que «es un buen compromiso que, espero, ayudará a mantener a Reino Unido en la UE».
Después de la conciliación, la última palabra al respecto la tendrá la población británica en el referendo, para el cual las encuestas vaticinan un resultado apretado.
Según un sondeo publicado hoy por la firma TNS, un 36 por ciento de los ciudadanos prefiere salir de la UE y 34 favorece la permanencia, mientras el 23 por ciento de los consultados está indeciso y el siete afirmó que no tiene intenciones de votar.