La Habana, 19 feb (PL) El periodista italiano Federico Mastrogiovanni afirmó hoy aquí que el crimen de los 43 estudiantes de Ayotzinapa no fue un acontecimiento aislado pues esas son prácticas frecuentes y estructuradas en México.
Así dijo el autor durante la presentación de su título Los 43 de Ayotzinapa en la XXV Feria Internacional del Libro en Cuba, próxima a terminar su capítulo en La Habana el domingo 21 de febrero.
Las autoridades criminalizan a las víctimas con mentiras que violentan los procesos judiciales y avalan la violencia, los asesinatos y las desapariciones, denunció.
El Estado no puede justificar un crimen de las dimensiones del ocurrido en Ayotzinapa con declaraciones del tipo «se lo merecían, andaban en malos pasos», apuntó.
La desaparición forzada es un delito de lesa humanidad se juzga en las cortes internacionales, explicó Mastrogiovanni y ofreció detalles sobre las investigación realizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a petición de los familiares de las víctimas.
Una comisión de ese organismo estudió el caso y sus resultados desmienten todo lo declarado por el Ministerio Público General de México, recordó. Las entrevistas del libro también apuntan a que los argumentos platneados por el Gobierno sobre el caso son mentiras colosales, indicó.
Por su parte, la periodista mexicana San Juana Martínez, denunció la impunidad de un crimen de estado como el de Ayotzinapa: «llevamos 17 meses presenciando una manipulación de la verdad, que resulta siempre la primera víctima en una guerra.»
El Estado trata de criminalizar a los estudiantes y vincularlos con el narcotráfico, pero un Gobierno que permite un asesinato de esa magnitud comente una traición contra su propio pueblo, señaló.
Además, agregó, se empeña en poner un manto de silencio sobre el 26 de septiembre de 2014, la noche aciaga de la «desaparición» de 43 estudiantes de una escuela normalista en México.
El Ayotzinapa es un crimen de omisión e implicación, el Estado debe responder por ello y reconocer las investigaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aseguró Martínez.
También hay participación de los militares, pero el Gobierno impide que se interrogue a miembros del ejército. Actualmente, hay más de 100 detenidos, pero poco se sabe de ello, observó.
La maestra mexicana Marisa Mendoza lucha ahora por esclarecer lo sucedido con su esposo Julio César Mondragón, uno de los muertos en Ayotzinapa.
Antes de morir, él le contó que la policía del estado estaba atacando a los estudiantes en Iguala. Después vio una foto de una persona masacrada que ya no tenía cara y lo reconoció. Fue y vio el cuerpo, pero no le han dejado recuperarlo.
«No se preocupe, cuide su dinerito porque aquí no habrá justicia, me decían las autoridades, pero en lugar de terror, tenemos sed de justicia.»