Buenos Aires, 20 feb (PL) Los sindicatos argentinos expresan hoy creciente malestar por la marcha atrás del presidente Mauricio Macri a modificar como anunció recientemente el impuesto a la ganancia, mientras desde el Gobierno piden comprensión a los gremios.
Ante la primera reacción gremial, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo este sábado que el anuncio que hizo el mandatario el miércoles era «un primer paso», según declaró a la progubernamental Radio Mitre.
Al día siguiente, desde la Casa Rosada se avisó que la medida no entraría en vigor hasta el 2017, y Peña manifestó ahora que los cambios en las escalas del tributo se conversarán en el Congreso que abre sesiones en marzo.
El jefe de ministros se quejó de que la ahora incumplida promesa se debe a que la administración heredó uno de los peores déficits fiscales; pidió a la vez a los gremios responsabilidad para dialogar.
Desde el frente sindical inmediatamente replicaron que para las grandes empresas agropecuarias y hacendados rurales, así como para las transnacionales mineras si hubo rápidas y sustanciales reducciones, e incluso eliminación de impuestos que le otorgan grandes beneficios, pero no para los trabajadores.
En una nota en la que señala que «el entusiasmo duró poco», el diario La Nación reseña que el jefe de los camioneros y líder del ala Azopardo de la dividida Confederación General de Trabajadores, Hugo Moyano, cuestionó el retroceso de la anunciada medida.
Moyano, quien aplaudió el anuncio desde primera fila en la Casa Rosada según apunta el periódico, se quejó de que el Presidente lo pospusiera para el próximo año.
La cuenta es sencilla. Si no hay cambios en las alícuotas en el corto plazo, los aumentos que se consigan en las negociaciones (paritarias) de los nuevos contratos laborales de este año terminarán diluyéndose en el pago del impuesto en lugar de mejorar los salarios.
Hugo Yasky, dirigente de la Central de Trabajadores de Argentina, fue más directo en su crítica.
«Al no haberse modificado las escalas del impuesto a las ganancias, una vez que se hayan discutido las paritarias y dejen nuevos valores salariales estaremos otra vez como al principio», razonó en declaraciones a la agencia de noticias Télam.
En esa misma línea razonó el diputado Omar Plaini, secretario general del gremio de vendedores de publicaciones.
«En tanto no se modifiquen las escalas, no se resuelve el problema, porque ahora con las paritarias muchos de los que dejan de pagar el impuesto lo van a volver a pagar», advirtió.
De todas formas, la anunciada reducción del impuesto a las ganancias beneficiaría a muchos menos trabajadores de lo que se dijo en un principio.
El día del anuncio se estimó que dejarían de pagar ese tributo 580 mil asalariados, que representan el 6,14 por ciento de la masa laboral registrada en el país, y al día siguiente se calculó que en realidad se beneficiarían 180 mil.
Esta vuelta atrás por el gobierno en la prometida reducción del impuesto a la ganancia enrarece más el ambiente sindical argentino, tenso ya por las duras negociaciones que realizan los gremios docentes por mejoras salariales y la posible huelga que pone en peligro el inicio del curso escolar.