Cuauhtémoc Blanco vuelve a la cancha en juego de despedida

México, 22 feb (PL) El ídolo del fútbol mexicano, hoy alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, se pondrá de nuevo la camiseta del equipo América, para un juego homenaje frente al Morelia en el Estadio Azteca.
Será el 5 de marzo cuando el Cuau vuelva a vestir de azulcrema en la emblemática guarida del América para despedirse de la afición como jugador de las Águilas.
Luego de 20 años de carrera, Blanco se convirtió en el jugador más emblemático del fútbol profesional mexicano y sin un sucesor a la vista.
En este año de celebración, en nuestro Centenario, reconocemos a quien nació, creció y lo dio todo en defensa de nuestro gran club, refirió un comunicado del equipo que dirige Ignacio Amnbriz y que registró al Cuau en la Liga MX que se disputa aquí.
Blanco se desempeñó en 11 selecciones, desde que debutó con las bases de las Águilas. Jugó, amó y odió al América, cuya directiva le envió al Necaxa, golpe que devolvió con inolvidable gol de venganza.
Blanco debutó en la selección nacional bajo las órdenes de Bora Milutinovic en 1996; ganó la Copa de Oro ese año y en el 98, así como la Copa Confederaciones 1999.
Jugó en los mundiales Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010 y en todos anotó goles. Resultó el gran ausente en Alemania 2006 por decisión del técnico Ricardo LaVolpe, quien desoyó el clamor popular.
Todavía aquí se recuerda el golazo que marcó en Francia en 1998 y que tiene la patente mundial de la «cuauhtemiña». Fue una anotación con alto grado de dificultad. Sin embargo, consiguió conectar de zurda para la igualada a dos ante los belgas. La jugada fue utilizada por las televisoras para promover el torneo.
El fútbol español también le recuerda en su paso por el Valladolid y el cañonazo que incrustó en la red del Real Madrid para empate a uno y aguar así las apuestas que daban ganadores a los merengues.
No todo fue color de rosas en la carrera de un jugador que se despidió a los 42 años. En las eliminatorias para Corea sufrió una artera patada que lo mantuvo convaleciente en España.
Su carácter también le jugó de las suyas. En el torneo Clausura 2004 fue iniciador de una batalla campal en el partido de la Copa de Libertadores tras quedar eliminada su oncena frente al Sao Caetano. El Cuau fue inhablitado entonces por la Conmebol.
Parecía el final del veterano futbolista. Incluso para entonces el técnico de la selección nacional, el sueco Sven-Göran Eriksson, preparó un homenaje de despedida en un partido en Chipas en septiembre de 2008.
Pero el indomable jugador se enfundó de nuevo la casaca verde en junio de 2009 y, a los 37 años, se echó a la Tri al hombro y fue pieza clave para lograr el boleto a Sudáfrica 2010, donde le anotó a Francia.

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