«Hello, I’m Johnny Cash»

Para qué encasillar a un músico tan prolífico como él, si hoy sabemos que es una de las influencias más transversales que hasta el momento ha dado la música norteamericana.

Por Perla Velázquez

Si uno escucha las grabaciones de Johnny Cash percibirá inmediatamente el sonido country que caracteriza a este músico. A esto se pueden sumar los frutos de la tecnología, ahora, con sólo buscar en Youtube un video de la leyenda nos podremos remitir a aquellas épocas en las que compartía escenario con su esposa June Carter, o con el compositor Roy Orbison mejor conocido como “The Big O” o simplemente tocando con su banda los Tennessee Three.

La voz del Hombre de Negro es inconfundible, por eso hoy lo recordamos ya que cumpliría 84 años. Siempre se dice que el mejor homenaje para un artista es apreciar su obra y qué mejor que hacer un repaso por todos los géneros en los que se involucró: góspel, rock and roll, blues y rockabilly. Pero simplemente, Cash destaca como uno de los máximos representantes de la música country y uno de los más influyentes en el siglo XX.

Johnny Cash nació el 26 de febrero de 1932 en Kingsland, Arkansas. De pequeño trabajó recogiendo algodón en las granjas de su padre. Desde esa etapa de su vida, Cash fue fanático de la música y a los doce años empezó a escribir sus primeras canciones, la influencia venía de lo que en ese entonces escuchaba en el campo: música popular.

En el pasado del músico está el haberse sumado a las fuerza áreas estadounidenses cuando comenzó la guerra con Corea, momentos importantes, porque fue con esas ganancias que compró su primera guitarra y después de haber aprendido a tocarla de manera autodidacta, creó a los Landsberg Barbarians, grupo musical que nació mientras estaba en Europa.

Al regresar a los Estados Unidos, Cash continúo tocando, pero ahora con el trío The Tennessee Three; fue con ellos que decidió presentarse con Sam Phillips, de la Sun Records (el fue quien descubrió a Jerry Lee Lewis y Elvis Presley). En la audición el grupo tocó “Belshazzar”, tema que cuenta la historia del último rey de Babilonia según el Antiguo Testamento. La canción góspel hizo que Phillips los convenciera para que se convirtieran en una banda de country, porque ya había en la industria grupos que tocaban ese género.

Más tarde Cash regresó a los estudios de Sun Records y editó el sencillo “Cry, cry, cry” que inmediatamente los colocó en los circuitos del country. Fue su futura esposa, la pequeña de las hermanas Carter, quien propició el encuentro de Cash con Elvis Presley:

Aquí comienza la historia de Johnny Cash. Con Sun Records que editó Johnny Cash with his hot and blue guitar (1957), posteriormente Columbia fue su disquera. Con ellos vinieron Hyms by Jhohnny Cash (1959), Songs of our soil (1959), Ring of Fire (1963), I walk the line (1964). Fueron más de cincuenta años de carrera del artista en donde editó incontables álbumes en diferentes sellos.

A más de medio siglo de su explosión musical, se suele hablar de Cash como el artista del country, pero es sabido que él mismo se denominaba un músico de góspel. Pero para qué encasillar a un músico tan prolífico como él, si hoy sabemos que es una de las influencias más transversales que hasta el momento ha dado la música norteamericana.

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