«Transpeninsular», el recuerdo que Federico Campbell tenía del placer

El viaje termina siendo interno, un viaje filosófico en el que con una pureza del lenguaje y con una transmisión de inquietudes anímicas, Federico nos va diciendo también qué le sucede al ser humano en cierta época de su vida...

Por Alejandra Flores

(N22) A dos años del fallecimiento del periodista Federico Campbell, Ediciones B publica Transpeninsular, novela que le valió el Premio Nacional de Narrativa Colima en el año 2000.

“Es un viaje a la Península de Baja California, pero también es un viaje a la Península italiana, es un viaje a Italia, porque Federico tuvo un comienzo en su vida amorosa y sexual en Europa, en Italia, precisamente con una chica italiana, y él siempre dijo a lo largo de la vida que aún le gusta repetir el principio del placer.  Así que siempre recordaba ese pasaje”, explicó Carmen Gaytán, directora del Museo de San Carlos.

Transpeninsular es un recorrido por Baja California, una tierra agreste y de cierta manera ignota. Es también un viaje que comienza a partir de la figura del periodista Fernando Jordán, cuya muerte en los años 50, permanece envuelta bajo el manto de un posible suicidio.

“Pero el viaje termina siendo interno, un viaje filosófico en el que con una pureza del lenguaje y con una transmisión de inquietudes anímicas, Federico nos va diciendo también qué le sucede al ser humano en cierta época de su vida, porque se pregunta las preguntas que todos nos hacemos, las básicas: ¿Qué estoy haciendo? ¿Quién soy en este momento de la vida? ¿Estoy cumpliendo con mi papel en este mundo y en este momento?”.

La edición está llena de guiños al escritor, hay una caricatura que Campbell siempre ponía cuando hacía sus biografías o novelas.

“Es una novela muy fácil de leer, es pequeña, no es farragosa, y en ella Federico da cuenta de esa honestidad que tuvo en el lenguaje, de buscar la palabra idónea y perfecta para poder describir una situación, una ilusión, un momento y para hacerle justicia a esta tierra indómita de la que él hablaba tanto, de la que se ocupó tanto”.

 

Carmen Gaytán compartió que el anhelo de Federico Campbell, más allá del periodismo comprometido que ejerció, era imponerse como un gran literato.

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