El descubridor y fundador de la homeopatía Dr. Samuel Hahnemann escribió varios libros entre los cuales se considera su obra principal; «El organon de la medicina» obra que fue perfeccionando con los años haciendo cambios en las subsecuentes ediciones, a lo largo de los cambios nos permite ver elementos susceptibles de mejoría, pero también elementos esenciales, inherentes a su método el cual hasta la actualidad sigue dando excelentes resultados en la práctica clínica. Sin embargo, al popularizarse algo algunas personas con enfoques diferentes han creado variantes que se alejan por completo de los principios fundamentales.
Por tanto, un médico homeópata propiamente dicho debe de llevar a cabo los postulados escritos en el organon de Hahnemann no por convicción sino por comprensión de los mismos.
Así que a continuación explicare brevemente los principios fundamentales de la homeopatía
El primer principio nos dice que la naturaleza es capaz curar, se refiere a que cada organismo tiene en sí mismo mecanismos de auto reparación y que primeramente hay que eliminar los obstáculos que impiden o estorban este proceso, tales como los malo hábitos de vida y la ingesta de sustancias que interfieren en sus mecanismos inmunológicos y fisiológicos dedepuración, así como evitar aquello que lo intoxica y dificulta el metabolismo, con el fin de permitirle su labor.
El segundo principio nos habla de la ley de los semejantes la cual indica que dos enfermedades cuyas manifestaciones sintomáticas son semejantes no pueden coexistir en el mismo organismo al mismo tiempo, por lo que la más fuerte desplaza a la otra eliminándola por lo que sólo el medicamento homeopático más semejante en sus síntomas (patogenesia) a la enfermedad que aqueja al paciente puede eliminar ésta.
El principio de experimentación pura nos dice que hay medicamentos homeopáticos que han sido probados en el ser humano relativamente sano y cuyos efectos producen una enfermedad artificial que desaparece al suspender la administración del mismo sin dejar efectos secundarios y regresando al organismo a la armonía, y es esta enfermedad artificial la que desplaza a la enfermedad que aqueja al paciente al administrarse el remedio homeopático que le es semejante.
La individual morbosa es un principio que hace referencia a que cada individuo enferma de manera única de acuerdo a su constitución y a su idiosincrasia, a las cuales se agregan su carácter y modo de ver el mundo o de vivir su enfermedad,
Además, es importante resaltar que la causa de las enfermedades es siempre multifactorial, por un lado nuestra vitalidad se ve afectada por la manera en que vivimos los acontecimientos de nuestra vida, sí una mala noticia, una decepción, un enojo, una pena pueden debilitarnos y enfermarnos, y por otro lado el estado de nutrición, los hábitos de vida y la exposición a elementos tóxicos, ruido, etc. Igualmente afectan nuestra vitalidad.
El principio de individualidad medicamentosa dice que no hay un remedio homeopático igual a otro, cada remedio es único y por lo cual no se puede emplear uno en lugar de otro, de cada medicamento se conocen sus efectos por medio de la experimentación pura y por lo tanto si los combinamos no sabremos exactamente cómo va a estimular la vitalidad del paciente ya que han sido experimentados de forma individual.
La dosis mínima es la cantidad justa, es decir en la escala correcta (Hahnemanniana) a la potencia adecuada a la vitalidad del enfermo en la dosificación mínima necesaria (con la suficiente fuerza) para desplazar a la enfermedad que aqueja al enfermo. Esto garantiza que el restablecimiento de la salud sea de la manera más pronta suave y duradera como se indica en el organon. O sea que las mezclas de medicamentos son innecesarias cuando se conoce bien a cada medicamento y a cada paciente de forma individual.
La fuerza vital es aquella energía tanto física como psíquica que nos anima y nos mantiene con vida, este concepto es muy antiguo y es fundamental ya que precisamente es el campo de acción de los medicamentos homeopáticos, ya que estos se encuentran diluidos y dinamizados de tal manera que pierden la mayor parte de sus propiedades farmacológicas, ganando propiedades dinámicas (energéticas) que estimulan a la recuperación del organismo mediante el estímulo de la fuerza vital, esto quiere decir que el uso de potencias muy bajas (decimales), pomadas, tinturas, etc. Aunque pueden ser benéficas en el tratamiento de enfermedades, no son tratamientos homeopáticos estrictamente hablando, sino herbolaria, ya que estos tienen efecto farmacológico y no dinámico.
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