Grietas y reveses de la vida en «El charro de Toluquilla»

El filme retrata a un hombre enamoradizo que nuevamente sufre un revés en su vida, cuando se entera que la mujer con quien mantiene una relación está embarazada.

Por Julio López

(N22) El charro de Toluquilla es un personaje irreal de un México que ya no existe, que se aferra a su idílica vida de cantante de música popular. Su existencia da un giro de 360 grados cuando descubre que es portador del VHI. Este personaje fue localizado por Claudia Méndez productora del documental con nombre homónimo.

“Ella me hablo de él, me dijo -Existe tal wey, el Charro de Toluquilla- así como el Charro de Huentitan, anda a caballo en ciudad. Íbamos a hacer un video clip para una banda de rock, el video clip nunca lo hicimos; y ya lo conocí y como que me llama la atención de ponerle la cámara, solamente la idea de grabarlo, así empezó”, comentó el director del documental, José Villalobos.

El rodaje, la edición y la posproducción tardaron cinco años. El filme retrata a un hombre enamoradizo que nuevamente sufre un revés en su vida, cuando se entera que la mujer con quien mantiene una relación está embarazada.

“Me di cuenta de su historia y todas las implicaciones que tiene ese personaje tan sólido icónicamente, y quería ver qué pasaba con ese icono, dónde se va a romper, dónde ese icono no tiene sentido, dónde ese icono no tiene sentido, dónde no está fuerte”.

“En realidad es una construcción, una destrucción y una reconstrucción del personaje, la película, no la historia, el personaje, el retrato, en esas tres fases”, concluyó.

El charro de Toluquilla es documental de retrato que busca incansablemente desnudar a un hombre que parece estar todo el tiempo en dando vida a un personaje.

El documental tuvo su estreno en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

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