(N22) En una cueva en la Sierra de Atapuerca en Burgos, (bautizada la Sima de los Huesos) se encontraron e identificaron por lo menos 28 cuerpos de niños y adultos de ambos sexos. En el lugar, originalmente se hallaron 6,700 restos de fósiles humanos.
Aún se desconoce la verdadera utilidad de este lugar, sin embargo lo que se ha descubierto en fechas recientes es que estos seres humanos son parientes de los neandertales.
Por primera vez se logró un análisis de ADN nuclear de dos de los cuerpos identificados en la Sima de los Huesos, el cual ya es considerado como el más antiguo jamás analizado. Estas muestras fueron tomadas de un hueso molido de un fémur, dientes y escápulas.
Según el equipo de paleoantropólogos que dirigen estas excavaciones, creen que los restos ahí sepultados son ancestros modernos de los neandertales que vivieron en Europa hace unos 40,000 años, según los análisis realizados.
Este ADN nuclear obtenido de estos dos especímenes contiene información del padre y de la madre, con lo que se confirma que estos humanos tienen un parentesco más cercano con los neandertales que con los denisovanos (esto según un estudio de ADN mitocondrial realizado en el 2010).
Esto confirma que son neandertales arcaicos, los que después conquistaron Europa y que a la vez se reprodujeron con la especie de los sapiens.
A pesar de este descubrimiento, el ADN nuclear confirmó que por parte de la madre están emparentados con los denisovanos, por lo que algunos de los autores del estudio especulan que posiblemente una población de neandertales posterior llegó a Europa desde África, por lo que se habría cruzado con los europeos, en donde el ADN materno terminó siendo dominante y borró cualquier resto aportado por los denisovanos.
Estos datos avalan la hipótesis de que los sapiens se separaron como especie de los otros humanos arcaicos entre 550,000 y 750,000 años, además destaca la divergencia de neandertales y denisovanos a partir de un ancestro común.