(N22) El número 107 de La Tempestad publicó un artículo sobre el arquitecto chileno Alejandro Aravena. Quien a sus cuarenta y ocho años fue galardonado con el Premio Pritzker 2016, siendo así, el cuarto iberoamericano, tercer sudamericano y primer chileno en conseguir dicho reconocimiento, desde su fundación en 1979.
La entrega del premio ha levantado varias opiniones, pero desde que se propinó la crisis económica de 2008, se comprende que los premios se dejen de dar a los arquitectos espectaculares del star system y se comience a reconocer a los arquitectos con muy pocas obras, pero de mayor relevancia, que son minuciosas, pero sobre todo responsables con el medio ambiente y la sociedad tal es el caso de Aravena. El galardonado, ya practicaba la arquitectura y fue considerado para el premio, mucho antes de la crisis.
Su catálogo de obras no es amplio, pero son de una relevancia importante en la arquitectura chilena, entre ellas se encuentra la Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica (1998) y el Colegio Montessori (2001), ambas con una imagen tan tosca como poética. Y después de haber formado un colectivo, donde se enfocaban en proyectos de interés público e impacto social, surgió uno de los ejemplos más revolucionarios de la vivienda social en Chile: Quinta Monroy (2001-2004).
En este número de La Tempestad, también encontraremos textos sobre “El quijote de hoy”, una entrevista con Great Things to People, y artículos sobre literatura, música y artes escénicas.