La Habana (PL) Las notas de «Satisfaction» con las que los Rolling Stones cerraron su concierto en La Habana fueron el colofón de días memorables para Cuba en el orden político, deportivo y artístico.
El espectáculo brindado por la mítica banda de rock el pasado 25 de marzo siguió a otros dos eventos que también centraron la atención del orbe: la visita del presidente norteamericano, Barack Obama, y el juego de la selección nacional contra el equipo Tampa Bay Rays de las Grandes Ligas estadounidenses (MLB, según las siglas en inglés).
Durante los seis días en que se desarrollaron estos acontecimientos, cientos de periodistas de gran parte del mundo se congregaron en esta capital para seguir de cerca lo que calificaron como momentos históricos.
LAS 48 HORAS DE OBAMA EN CUBA
Calvin Coolidge había sido el único presidente norteamericano en viajar a Cuba, cuando en enero de 1928 participó en la VI Conferencia Panamericana con sede en la isla, y debieron pasar casi nueve décadas para que otro mandatario de su país pisara la nación caribeña.
El 20 de marzo último el Air Force One presidencial aterrizó en el capitalino Aeropuerto Internacional José Martí para traer al actual ocupante de la Casa Blanca, quien realizó una visita oficial de 48 horas en la cual estuvo acompañado por su familia. Junto al jefe de Estado viajó una amplia delegación que incluyó a unos 40 congresistas, funcionarios de su administración y empresarios de diferentes sectores interesados en conocer sobre las oportunidades de negocios que podrían abrirse con el país antillano.
La agenda de la estancia, realizada en el contexto del proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, incluyó conversaciones oficiales de Obama con su par anfitrión, Raúl Castro, y un discurso ante la sociedad civil de la isla en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
El visitante también realizó un recorrido por el Casco Histórico de esta ciudad, asistió a un foro de negocios y rindió homenaje al Héroe Nacional cubano, José Martí, en la Plaza de la Revolución que lleva el nombre del prócer.
Tanto en su discurso, televisado en vivo para todo el país, como en las declaraciones a la prensa tras el encuentro con su homólogo cubano, Obama reiteró su llamado al Congreso para que levante el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el territorio caribeño.
El bloqueo mantenido por Estados Unidos es una carga obsoleta que pesa sobre el pueblo de Cuba y es momento de levantarlo, expresó el dignatario, al tiempo que destacó algunas acciones tomadas por su Gobierno para flexibilizar aspectos de esa política.
El presidente Raúl Castro reconoció como positivas tales medidas, aunque consideró que aún no son suficientes, y reiteró la necesidad de que el propio ocupante de la Casa Blanca adopte otras decisiones para hacer una importante contribución al desmantelamiento de esa estrategia.
Opiniones similares tuvieron algunos asistentes a su alocución en el Gran Teatro, para quienes el jefe de Estado todavía puede dar muchos pasos con vistas a quitarle fuerza al bloqueo, al que calificaron como la gran dificultad en la construcción de nuevos nexos entre ambas naciones.
Diversos intelectuales, científicos y artistas consideraron, además, que Obama evitó hablar de temas importantes como la devolución a Cuba del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval ubicada en Guantánamo y los programas que fomenta su Ejecutivo para provocar la emigración de profesionales de la salud.
«Barack Obama concluye intensa visita a Cuba», «Obama deja Cuba tras histórica visita», «Barack Obama lanza su última bola en Cuba: así finalizó su visita a la isla», fueron algunos de los titulares con los que la prensa foránea reflejó el fin de la estancia del presidente demócrata.
Para varios analistas, el viaje del mandatario constituyó un paso más en el proceso de normalización de las relaciones, pero confirmó que el camino continúa siendo complejo y marcado por las grandes diferencias entre los dos países.
CUBA FRENTE A LAS GRANDES LIGAS, 17 AÑOS DESPUÉS
Antes de que el presidente Raúl Castro despidiera a Obama el 22 de marzo en el Aeropuerto Internacional José Martí, ambos líderes participaron en el juego de béisbol protagonizado por el equipo Cuba y el Tampa Bay Rays en el estadio Latinoamericano de La Habana.
Cerca de 42 mil aficionados se reunieron en ese espacio para presenciar el choque que puso nuevamente a una selección nacional frente a un conjunto de la MLB, algo que no ocurría desde 1999, cuando los de casa se midieron ante los Orioles de Baltimore. A través de las redes sociales, la propia organización deportiva describió toda la emoción reinante en el estadio capitalino, también llamado Coloso del Cerro, donde los ex serpentineros cubanos Luis Tiant y Pedro Luis Lazo fueron los encargados de lanzar la primera pelota.
Pese a la victoria de los visitantes 4-1, muchos asistentes al partido amistoso manifestaron llevarse un buen sabor, al considerarlo un paso adelante en la normalización de las relaciones entre los dos países y, sobre todo, entre la MLB y la Federación Cubana de Béisbol.
Más allá del resultado, este es un día excepcional porque hicimos historia, expresó Kevin Cash, manager de los Rayos de Tampa, quien reconoció que estamos frente a un momento único para las relaciones bilaterales que pudiera abrirle sin problemas las puertas de las Mayores a los peloteros de la isla.
Todo el equipo cubano es magnífico, hay mucho talento, solo deben mejorar algunos aspectos, agregó el director de la franquicia al término del juego que fue transmitido en vivo por la televisión cubana, para deleite de una isla que tiene en el béisbol a su deporte nacional.
SUS SATÁNICAS MAJESTADES DICEN «ÂíHOLA CUBA!»
El mismo día en que se vivía la emoción por el desafío beisbolero, comenzó a circular en las redes sociales un video en el que la voz líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, dijo en español: «ÂíHola Cuba! Estamos muy felices por tocar para ustedes».
Así se dirigió la estrella del rock al público que esperaba con ansias el primer concierto de su agrupación en Cuba, el cual constituyó el final de la gira latinoamericana Olé Tour y la concreción de un deseo expresado hacía varios meses por los integrantes del conjunto británico.
Cerca de un millón 300 mil personas, según informó la banda en su cuenta de Twitter, se concentraron en la Ciudad Deportiva y zonas aledañas para disfrutar de una presentación de más de dos horas en la que se derrochó maestría musical y avance tecnológico.
«Gracias Cuba, por toda la música que le has regalado al mundo», «Ustedes sí están en talla», fueron algunas de las frases que Jagger manifestó a los asistentes, una audiencia que gritó extasiada ante los acordes de «Midnight Rambler» y «Jumping Jack Flash», y entonó himnos como «Angie» y «Satisfaction».
Junto a los cubanos que miraron el concierto desde la explanada del lugar o las casas aledañas también se encontraban miles de visitantes extranjeros atraídos por el espectáculo gratuito de sus Satánicas Majestades, entre ellos celebridades del espectáculo como el actor Richard Gere y la modelo Naomi Campbell.
Es una bendición que los Rolling puedan abrir un camino para el rock and roll cubano, tan jóvenes y tan viejos, valoró el cantautor Carlos Varela, mientras que la artista de la plástica Rachel Valdés lo calificó de oportunidad histórica para la música, la cultura y el pueblo.
De un modo similar lo consideraron periodistas extranjeros acreditados para la visita de Obama, muchos de los cuales, una vez que se marchó el presidente norteamericano, remarcaron su deseo de quedarse para cubrir el multitudinario concierto.
*Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina