(InsurgentePress) José Antonio Salcedo Garduño juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Estado de México (Edomex) llevó a cabo ayer el primer juicio oral contra una persona acusada de pertenecer al crimen organizado en el País.
El periódico Reforma, informó que durante la audiencia inicial inculpado pidió que su nombre fuera testado.
El Juez concedió llamar al acusado como “el señor con personalidad reservada AHH”.
Se trata de un hombre a quien el juez le dictó la vinculación a proceso por delitos contra la salud en la modalidad de posesión simple de cocaína, tentativa de homicidio, portación de armas de fuego y posesión de cargadores y cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
Las autoridades consideran al procesado como uno de los principales operadores de una organización criminal que tiene su zona de influencia en Tierra Caliente y varios municipios del Edomex.
Con la pierna izquierda enyesada -por un balazo que recibió el día de su captura-, moretones en la cara y dificultades para hablar, el sujeto de unos 33 años fue presentado ayer en la sala de audiencias del Centro de Justicia Penal de Ciudad Nezahualcóyotl.
Resguardado por más de 40 agentes de la Policía Federal, AHH cruzó el Edomex de poniente a oriente, a bordo de un vehículo blindado conocido como “Rino”. Desde temprana hora salió del área de Servicios Médicos del Penal de Santiaguito y antes de las 11:00 ya estaba en la sala de audiencias.
Su comparecencia judicial en Nezahualcóyotl ameritó el cierre de la calle de los juzgados federales y una vigilancia perimetral de agentes con rostros cubiertos y armas largas, a tres cuadras del lugar.
De acuerdo con informes del Poder Judicial de la Federación, la PF extremó las medidas de seguridad para proteger la integridad del inculpado debido a que desde su captura la PGR tuvo conocimiento de que podían atentar en su contra.
AHH y dos de sus presuntos cómplices fueron detenidos el 11 de marzo pasado por las Bases de Operaciones Mixtas en Tlatlaya, Edomex, supuestamente en posesión de armas y cocaína.
Aunque al final sólo logró la reclasificación de un delito, AHH tuvo una defensa que entabló un combativo debate con los fiscales federales.
Por ejemplo, exhibió un peritaje de la propia PGR donde se reconoce que “algunos indicios -relacionados con las armas aseguradas- no coinciden con la cadena de custodia” y puso en duda la mecánica de los hechos por los cuales le atribuyen la tentativa de homicidio.
Esto último, porque el mismo dictamen de la Procuraduría dice que las armas estaban en óptimas condiciones para ser accionadas y, sin embargo, los militares y policías aprehensores señalan que AHH trató de dispararles pero no lo consiguió porque se le “cerrojeó” el arma dos veces.
El impartidor de justicia dictó la prisión preventiva oficiosa al inculpado, quien luego de las 16:00 horas subió al “Rino” blindado para volver al penal de Santiaguito.