Washington, 8 abr (PL) La campaña de Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI) atraviesa hoy por una etapa de incertidumbre, a pesar de los cuantiosos recursos invertidos en las operaciones, reconocen altos jefes militares norteamericanos.
Así lo admitió el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Mark Milley, quien aseguró que, a pesar de ciertos avances en la lucha contra los fundamentalistas en los últimos meses, todavía queda mucho por hacer y las fuerzas estadounidenses y aliadas aun no ganaron la contienda.
Esta es una lucha difícil y nadie debe pensar que ya terminó, el EI desplazó parte de sus fuerzas a Libia y a otros países, además de contraatacar en Europa, dijo Milley este jueves ante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado.
En consonancia con estas declaraciones, el jefe del Comando de África, general David M. Rodriguez, reconoció en un intercambio con la prensa en el Pentágono, que actualmente hay en territorio libio unos seis mil integrantes de esa entidad extremista, el doble de los que había allí hace 18 meses.
Rodríguez dijo que el EI aspira a llevar a cabo dentro de Estados Unidos y naciones aliadas, ataques similares a los que realiza en Siria e Iraq.
El 8 de agosto de 2014, la Casa Blanca ordenó el inicio de los bombardeos contra agrupaciones de esa organización en Iraq, incursiones que se extendieron en septiembre del mismo año a Siria, sin la anuencia del Gobierno de Damasco.
Estas operaciones costaron hasta la fecha a los contribuyentes estadounidenses más de seis mil 500 millones de dólares, con un gasto promedio diario de unos 11 millones 400 mil dólares.
De acuerdo con un informe oficial del Pentágono publicado el 5 de abril, Washington y sus aliados realizaron unos 11 mil 400 ataques aéreos destinados a destruir posiciones de combate e instalaciones de los fundamentalistas en ambos países árabes.
En las incursiones en suelo iraquí, junto a la aviación norteamericana participan aeronaves de Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Jordania, Países Bajos y el Reino Unido.
En Siria, además de las fuerzas estadounidenses, colaboran medios aéreos de Australia, Bahrein, Canadá, Francia, Jordania, Países Bajos, Arabia Saudita, Turquía y Reino Unido.
Resultados de la campaña de EE.UU. contra ISIS generan incertidumbre
