Washington, 9 abr (PL) El puntero entre tres candidatos a la nominación republicana en Estados Unidos, Donald Trump, consideró una vergüenza que se produzca un escenario en el cual se le niegue la investidura.
El político lamentó en la noche del viernes que tenga que hacer frente a esa situación a pesar de acumular muchos más votos y delegados que sus oponentes.
Pese a los ataques en su contra, el controversial empresario neoyorquino lidera la carrera, con 743 delegados; seguido del senador Ted Cruz (Texas), con 520; y el gobernador de Ohio, John Kasich, con 143.
Sin embargo, tendría que llegar a mil 237 delegados para asegurar la nominación automática porque, de lo contrario, se enfrentaría con un movimiento anti-Trump formidable en la convención republicana en julio, con la papeleta todavía en juego.
En la actualidad hay 769 delegados en disputa hasta junio, incluyendo 95 en Nueva York, donde Trump debe alzarse con la victoria.
No obstante las amenazas reales de que el Partido Republicano salga mal parado en el evento que tendrá lugar en Cleveland, Ohio, del 18 al 21 de julio, el Comité Nacional (CNR) de la agrupación roja manifiesta optimismo, según indica un informe del diario Politico.
El portavoz del RNC, Sean Spicer, dijo el viernes que toman medidas ante previsibles protestas y garantizar la seguridad de los asistentes al evento.
Los participantes en el foro partidista deben decidir quien será el abanderado para enfrentar el reto de los demócratas el 8 de noviembre, en un escenario en el cual las opciones dividen a amplios sectores de votantes.
Trump, pese a ser blanco de duros ataques de sus rivales, arrastra aún importantes apoyos y según una encuesta divulgada la víspera por Reuters/Ipsos, aventaja a su más cercano rival a nivel nacional. El sondeo le da 42 por ciento de respaldo, seguido por Cruz, con 32, y Kasich, con 20.
La mayoría de los sondeos nacionales recientes indica que Trump tiene más de un dígito sobre Cruz, quien, según fuentes diversas, sería el candidato más conservador que intente ganar la boleta de los rojos, lo que lo coloca a la derecha del ultraconservador Barry Goldwater.
Aunque se presenta como una figura unificadora, si el texano gana la nominación sería la elección presidencial republicana más conservadora en varias generaciones, incluso a la derecha de Goldwater, el nominado en 1964; y que fue ampliamente derrotado por el demócrata Lyndon Johnson, señala Politico.