Arrancan campañas políticas rumbo la segunda ronda electoral para la presidencia de Perú

Lima, 13 abr (PL) Un temprano inicio tuvo la campaña por la segunda vuelta electoral peruana, que perfila hoy la estrategia de los candidatos neoliberales, la favorita Keiko Fujimori y su lejano escolta, Pedro Pablo Kuczynski.
Ambos candidatos alistan giras al interior, con énfasis en las regiones en las que no tuvieron mayoría, para tratar de reclutar votantes a su favor.
La hija del exgobernante preso Alberto Fujimori dio el primer paso anoche en Lima con un baño de popularidad en una concentración de sus seguidores en el barrio de Rímac.
En su discurso y posterior diálogo con la prensa reeditó los contenidos de su campaña iniciada hace cinco años, pues resaltó el clave tema de la inseguridad ciudadana y los remanentes alzados y atacó al gobierno al culparlo de los mismos. También trazó otra línea para incrementar el casi 40 por ciento de los votos efectivos, al prometer que, pese a contar con la mayoría absoluta en el Parlamento, gobernará buscando consensos y entregará a la oposición las comisiones congresales de Fiscalización e Inteligencia.
En paralelo, su candidato a la vicepresidencía, el empresario y exministro de las postrimerías del gobierno de Fujimori (1990-2000) José Chlimper intentó minimizar, con promesas de pluralismo y citas de antecedentes históricos, la mayoría aplastante que tendrá su bancada en el Congreso de la República.
La mayoría de más de 70 escaños sobre un total de 130 es también el principal argumento de Kuczynski para alegar credenciales democráticas y pedir el voto a fin de evitar que el fujimorismo, con los antecedentes autoritarios del expresidente preso, tenga un poder excesivo.
Mercedes Aráoz y Martín Vizcarra, candidatos de Kuczynski a la vicepresidencia, señalaron que se debe evitar una «dictadura familiar» con Keiko en la presidencia y su hermano Kenji, congresista más votado, como titular del parlamento.
Señalaron que ello le permitirá al fujimorismo nombrar a discreción elementos afines en instancias judiciales, la Contraloría, el Banco Central y otras instituciones, lo que encaminaría al país a un esquema similar al de la década de 1990.
Kuczynski, quien obtuvo 21 por ciento, busca, al mismo tiempo, el apoyo de las fuerzas progresistas, al parecer sin éxito porque, según diversos analistas, no tiene diferencias de fondo con el fujimorismo, con el que comparte sobre todo su apego al modelo neoliberal.
Mientras Verónica Menodoza, tercera de la votación del domingo último, anunció que honrará el mandato de su electorado, de ser una oposición firme y fiscalizadora del próximo gobierno, cualquiera que sea, y señaló que lo hará en el parlamento y en las calles y la sociedad.
Sobre Kuczynski, Mendoza afirmó que el Frente Amplio que ella encabeza no tuvo ningún contacto con él y que cualquier decisión sobre segunda vuelta se tomará en forma orgánica.
Más drástico fue el encarcelado exgobernador izquierdista de la norandina región de Cajamarca, Gregorio Santos, quien obtuvo cuatro por ciento de los votos y rechazó la visita anunciada por Kuczynski, quien declaró que quería conocer su posición ambientalista contraria a un gran proyecto minero.
«No aceptamos visita de PPK, su intención es solo electoral, nuestro principios están primero», fue el mensaje que Santos dio en una red de Internet desde la prisión, donde está desde hace casi dos años, sin juicio, por cargos de corrupción que niega y atribuye a una venganza empresarial minera.
Otro grupos con escasa votación, como el centrista Acción Popular y el socialdemócrata de línea neoliberal Aprista, se mantienen expectantes, el primero dispuesto a hablar con los dos finalistas y el segundo inclinado a tratar con el fujimorismo, del que fue aliado desde hace una década.

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