Dura lucha entre republicanos para no ganar nada

Por Luis Beatón *

La Habana (PL) El multimillonario Donald Trump, el senador Ted Cruz (Texas) y John Kasich, gobernador de Ohio, son los tres republicanos que al parecer compiten por la boleta partidista para las elecciones de noviembre de 2016.
Sin embargo, pronósticos y maquinaciones evidencian que ninguno obtendrá el premio de la Convención Nacional Republicana (CNR) que debe escenificarse del 18 al 21 de julio en Cleveland, Ohio, como cierre del ciclo de primarias iniciado el 1 de febrero con los caucus de Iowa.
A estas alturas de la carrera algunos pronósticos indican que Cleveland será escenario de una convención impugnada, mientras existe un amplio movimiento anti-Trump que trata de favorecer a Cruz, una nueva y más acentuada imagen del conservadurismo encarnado por el cavernario senador Barry Goldwater en 1964, retador del demócrata Lyndon Johnson.
La mayoría de los sondeos nacionales recientes indica que Trump tiene más de un dígito sobre Cruz quien, según fuentes diversas, sería el candidato más conservador que intente ganar la boleta de los rojos, lo que lo coloca a la derecha del ultraconservador Goldwater.
Para los republicanos la situación es en extremo compleja, tanto que algunos hablan de una fractura de la tradicional agrupación roja y su alejamiento de la Casa Blanca por años.
Un reciente análisis de la agencia Bloomberg indica que hay tres resultados posibles en la CNR en julio, algo que recoge en parte el malestar existente en Estados Unidos sobre la forma de hacer política.
En el primer escenario gana Trump, y se respetaría la lógica de que el candidato más votado por el pueblo represente al partido en noviembre pero esa no esa no parece la opción de los intereses de poder en el país y toda la maquinaria trabaja en función de descarrilar al magnate neoyorquino que pese a sus posiciones controversiales marcha al frente.
Hasta los primeros días de abril, el llamado showman tenía 743 delegados, Cruz 517 y Kasich 143, cuando aun restaban 879 representantes por elegir de los dos mil 472 que se diputan desde Iowa, y cuyo número necesario para vencer son mil 237.
Es evidente como en toda competición seria que el que más puntos tiene sale vencedor. Trump es casi seguro obtendrá más que sus rivales pero algo extraordinario se cocina para Cleveland, donde todo puede pasar cuando se habla de tumultos y manifestaciones contra una decisión torcida y contraria a los valores que dicen defender los políticos
estadounidenses.
Un segundo escenario daría la victoria a Cruz si este logra superar los temores de amplios sectores partidistas que aun no le perdonan el cierre del gobierno en 2013 y alcanza un número de delegados que borre la amplia diferencia que lo separa del puntero.
Un tercer escenario sería que ninguno de los punteros, ni Trump ni Cruz, salga en una primera votación pese a tener un notorio número de delegados a su favor pero no los necesarios.
En ese marco, el llamado establishment o la maquinaria partidista entrará a jugar su papel y moverá sus peones para facilitarle la boleta a otra figura.
La nominación para alguien como el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, que no compitió en las primarias, menos probable para el gobernador de Ohio, quien hasta ahora no es más que un perdedor, pudiera ser la jugada.
Análisis de estrategas y medios de prensa aseguran que si eso ocurre habrá una quiebra del Partido Republicano.
Al respecto, un sondeo de Reuters/Ipsos divulgado el 9 de abril señala que una convención impugnada sería un desastre para el Grand Old Party (GOP) y como botón de muestra indicó que un tercio de los partidarios republicanos Trump dijo que no apoyarían al partido en la elección general si bloquean la nominación de su candidato.
Más dramático aun es cuando muchos llevarían su voto al candidato de los demócratas y otros amenazan con no acudir a las urnas.
La agencia Bloomberg asegura que hay mucha consternación entre los líderes republicanos por los efectos nefastos de una nominación de Trump para la unidad del partido pero, añade, el resultado más probable de que esto ocurra es si las elites republicanas coronan uno de los suyos, algo que será percibido como ilegítimo por un considerable número de electores.
No está del todo claro que el GOP pueda sobrevivir a un Ryan o una candidatura de Mitt Romney, algo que se menciona, o una de Kasich, lo que sí pudiera ser el golpe de gracia contra la agrupación de los elefantes.
La situación es en extremo complicada para la agrupación roja, mas tras el resultado de Wisconsin, donde Cruz sacó más de 13 puntos en la votación a Trump y comienza a perfilarse como una alternativa que nunca será del agrado de sus correligionarios.
Complicaciones más o menos, todo indica que Cleveland depara un verano caliente para los republicanos estadounidenses, donde estará en juego el bipartidismo en el país.

*Periodista de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina.

Deja tu comentario