Bruselas, 13 abr (PL) El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se declaró hoy a favor del acuerdo de reubicación de migrantes entre la Unión Europea (UE) y Turquía pese a los constantes debates internacionales sobre el convenio.
Juncker aseguró que el pacto es un factor indisoluble y necesario para aminorar el tráfico ilegal a Europa de migrantes y refugiados de guerra de países como Siria, Afganistán e Iraq, el cual -a su entender- sirve de vía para que las mafias traficantes se aprovechen de su desesperación.
Además, el político luxemburgués sostuvo que el polémico tratado migratoria está encaminado a «garantizar la cohesión» de los refugiados instalados en países como la propia Turquía.
En ocasiones anteriores Juncker solicitó a la UE aceptar un trato en el que la nación euroasiática reciba tres mil millones de euros extras que se sumen a los tres mil millones iniciales acordados en los inicios del entendimiento.
Para el ejecutivo, la responsabilidad ante los refugiados no debe detenerse en la frontera exterior de la UE sino que la redistribución de los mismos debe responder a los intereses de cada uno de los 28 estados miembros del bloque continental.
Juncker admitió que existen dudas sobre la transparencia del Gobierno turco en su calidad de asociado y confesó que aún existen «profundos desacuerdos» entre la UE con esa nación.
Por último, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, concluyó que lo pactado con Turquía no constituye una resolución perfecta, ya que está llena de debilidades y presenta muchísimas dudas, consideró. El último 20 de marzo entró en vigor un acuerdo que estipula que todos los refugiados y migrantes irregulares que lleguen a Grecia procedentes de Turquía sean devueltos a este último país.