Washington, 18 abr (PL) La Corte Suprema de Estados Unidos mostró hoy señales de división en un caso crucial sobre los alivios migratorios emitidos por el presidente Barack Obama en 2014, destinados a evitar las deportaciones de unos cinco millones de indocumentados.
Los jueces escucharon durante 90 minutos los argumentos a favor y en contra de esas medidas en la sede del máximo órgano judicial en esta capital.
La mayor parte de ese tiempo estuvo dedicado a debatir con los presentes acerca de si los tribunales de 26 estados que demandaron el bloqueo de esas medidas tienen base legal para mantener congeladas las disposiciones del mandatario en este tema.
En el centro de la disputa está la iniciativa denominada Acción Diferida para Padres de Hijos Residentes o Ciudadanos (DAPA), así como la expansión de la Acción Diferida sobre el Arribo de Niños al país, cuya aplicación está en suspenso por orden judicial desde febrero de 2015.
DAPA beneficiaría a miles de padres de hijos ciudadanos o residentes permanentes de Estados Unidos que llegaron al país antes del 1 de enero del 2010 que no tienen antecedentes penales y cumplen otros requisitos.
El magistrado Anthony Kennedy, uno de los ocho integrantes de la CS, pareció estar en contra de las disposiciones de Obama, pues señaló que el Presidente sobrepasó en este caso sus facultades ejecutivas al decretar la posposición de las deportaciones a unos cinco millones de inmigrantes sin papeles.
Me parece que esta es una tarea del Poder Legislativo, no del Ejecutivo, porque es como si el jefe de la Casa Blanca propusiera la política a seguir y el Congreso la ejecutara, está todo al revés, señaló Kennedy.
Por su parte, el juez John Roberts hizo preguntas que indicaban su apoyo al Gobierno de Obama, pero en general reinó un ambiente de contradicciones entre uno y otro bando, de acuerdo con valoraciones de expertos.
Una moción final en la CS, de cuatro a favor y cuatro en contra de las decisiones del mandatario, dejaría con validez una moción de una corte inferior que bloqueó los alivios migratorios y constituiría un golpe severo para Obama, asegura este lunes el diario The Hill.
Al alto órgano judicial le falta un integrante, tras la muerte en febrero del juez Antonin Scalia, un voto que presuntamente iría contra la Administración con un margen de 5-4, pero en la coyuntura actual un empate dejaría de todas formas en pie el fallo negativo y echaría por tierra las esperanzas de los migrantes indocumentados.
Después de escuchar los argumentos de las partes y de analizarlos internamente, está previsto que la CS emita una decisión final -posiblemente en junio- un resultado que expertos estiman difícil de predecir, aunque el Gobierno espera obtener un fallo favorable.
Suprema Corte de EE.UU. dividida por medidas de Obama en materia de migración
