París, 25 abr (PL) Europa no presenta riesgo de una pandemia de zika, pero pueden aparecer casos aislados autónomos, señalaron hoy aquí varios expertos en un congreso internacional organizado por el Instituto Pasteur.
Los especialistas consideran que el peligro de propagación de la enfermedad en el sur de Europa es débil, pues aún no hay presencia de la hembra del mosquito aedes aegypti, portadora del zika, dengue, chikungunya y fiebre amarilla.
Sin embargo, en el sur de Francia, España e Italia han encontrado otras especies de mosquitos como el aedes albopictus, conocido por sus rayas blancas como «mosquito tigre», pero los científicos descartan la posibilidad de que este insecto transmita el virus.
Además, el denominado viejo continente no posee las «condiciones meteorológicas ni socioeconómicas de Latinoamérica, donde el zika se ha extendido por Brasil, Venezuela, Paraguay, Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, entre otros», resaltaron los expertos.
En el encuentro del Instituto Pasteur más de 600 científicos analizan la preservación del zika en el cuerpo humano y el riesgo de contagio por vía sexual.
Este virus se encontró por primera vez en los humanos en 1970 en países africanos como Uganda, Tanzania, Egipto y Senegal. Más tarde en algunas regiones de Asia como la India, Malasia, Filipinas y Vietnam.
Según datos de la OMS, en Brasil el zika es ya una pandemia, con 1 millón 500 mil casos desde su aparición en mayo de 2015. Otras zonas latinoamericanas suman cerca de 4 millones de enfermos.
La población con mayor riesgo son las mujeres embarazadas, especialmente en los primeros seis meses de gestación, pues el zika puede causar complicaciones en el feto, como la microcefalia.
Entre los síntomas más comunes de la enfermedad están la fatiga, fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares y en las articulaciones; aunque los médicos indican que entre un 80 y 90 por ciento de las personas infectadas son asintomáticas.
Hasta el momento no existe ninguna vacuna para el zika, por ello la única forma de combatirlo es protegerse de las picaduras de los mosquitos.
Ante esta situación se emplean métodos como las fumigaciones e introducción de grandes cantidades de especímenes estériles para evitar su reproducción y reducir las poblaciones de los insectos portadores.