- Pretende abolir corridas de toros en la capital de la República
- Más papistas que el Papa
Es una verdadera vergüenza cómo los partidos políticos le quieren sacar jugo a sus menesterosas acciones cuando todo el país tiene necesidades más apremiantes por resolver.
Es el hecho en que el remedo llamado Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), emula a todos esos sectores retrógradas que buscan frenar el desarrollo de la nación, por el simple hecho de atentar en contra de los espectáculos que detrás de todos ellos, generan importantes fuentes de empleo.
Pero a MORENA no le interesa perjudicar a quien sea, por el simple afán de connotarse de que es un “partido vanguardia” para echar abajo todo lo que se ha construido, ser intolerante y fijar reglas que están fuera de todo enfoque en los usos y costumbres de la ciudadanía de la capital de la República.
Ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, fue presentado un proyecto de leyes y prohibiciones por parte de MORENA, que en voz de su diputado local Darío Carrasco, hizo una alarmante apología que atenta contra las garantías del empleo en la ciudad.
Refiere a la desaparición de la corrida de todos en México, diciendo que “desventaja si se tratara de una lucha de iguales, pero ya sabemos que no, entonces ver la manera cómo tratan a los animales, a los toros, y luego ver la agonía lenta que tienen y que les genere a estos algún placer, algún gusto”.
Lo cierto es que el “papista” Carrasco asume una posición meramente histriónica, es decir, no está preocupado por la seguridad de los capitalinos, sino apologísticamente denota una defensa a ultranza a favor de los animales, no domésticos, sino los que forjan diversión, entre dos poderes: el de la inteligencia puritana y el salvajismo.
Presume: “Cuál es la diferencia entre ver que asesinan de esta manera (…) a un animal y ver que torturen a una persona; uno pensaría, estos que son aficionados a las corridas de toros, quizá también disfrutaron el video que acabamos de ver hace unos días, en el que elementos del Ejército y de la Policía Federal, torturaban a una mujer, es decir, finalmente estamos hablando de una práctica esencialmente igual, es decir disfrutar del sufrimiento en este caso de un ser vivo; en general me parece que eso no está bien y también entendemos que si en México las corridas de toros no se han suspendido, se tiene que ver porqué detrás de esto, hay un gran negocio.
“El negocio de los toros implica mucho dinero no solamente para los que producen a éstos toros, no sólo para los toreros, sino para los que hacen un gran negocio a través del espectáculo de la televisión, entonces en otros momentos ha habido ya iniciativas que buscan prohibir las corridas de toros y no han tenido éxito, porque finalmente se anteponen los intereses de los grandes empresarios, incluyendo los de la televisión”.
A diferencia de hacer un llamado al razonamiento entre pares, los diputados locales han presentado una serie de complejos proyectos en relación a las corridas de toros, que si bien no dejará de ser un extraordinario espectáculo y que milenariamente aún se conserva en los anales de la historia cómo los romanos jugaban con la vida de las personas echándoles a los leones en una arena atiborrada de mirones, es algo similar con lo que sucede en las corridas de todos en el mundo.
Pero como se trata de un negocio mucho muy redituable, los ganaderos y empresarios de este sector, de forma sigilosa, entran en la componenda con funcionarios de gobierno para permitir que ese espectáculo siga horrorizando a los Ombus-animals.
Los procesos legislativos, en teoría siempre tendrían que ir de la mano de las demandas sociales, de las organizaciones, de la sociedad civil y es en ese sentido, a partir de los negocios se corrompe a quienes ostentan el poder, es decir, la política pensada con fundamentos éticos, metafóricamente se le puede doblegar con billete en mano…
La iniciativa de MORENA, al igual que muchas otras presentadas en recientes legislaturas, las demandas sociales y organizaciones asocian la generación de la violencia entre la humanidad, “y espectáculos como estos no deberían de ser ya permitidos”.
Para colmo de males, en ese sentido, los morenos de Donceles, como partido nuevo y supuestamente como partido fundado en ética (…), expresaron la tónica de su egolatría al considerar “su iniciativa”, “quizás la más importantes que hemos y estaremos presentando durante esta legislatura”.
Para la diputada morenista Citlalli Hernández Mora, es una demanda que está pendiente porque es urgente que los cambios sociales vayan de la mano de cargos legislativos que empiecen a normar otra conducta entre la humanidad, es decir, evitar disfrutar del sufrimiento de otro ser vivo, no tiene lógica y es también cuestión de empezar a sensibilizar a la ciudadanía, de porque estos actos atrasos no son un espectáculo ni son cultura, quizás son tradición pero no por el hecho de que algo sea tradición necesariamente signifique que son como lo más justo para una humanidad que intenta cambiar y que intenta salvarse.
Los morenos lejos de analizar los efectos devastadores que traerá consigo su intentona por derogar artículos de la ley para la celebración de espectáculos en la Ciudad de México, generarán un monstruoso desempleo, permeando la idea entre la sociedad que el movimiento MORENA le sigue apostando en acrecentar el fantasma del comercio informal.
La Citlalli piensa que todos son de su condición, porque dice que “actualmente tenemos una generación que se está acostumbrando a ver violencia de todo tipo de todas las expresiones”, cuando omite que es a partir de la educación como se logran consolidar los valores de los seres humanos.
Y como diría también ella y sin aportar elementos de prueba, “no existe ingenuidad en el poder legislativo de la capital, se conoce que muchos de los otros grupos parlamentarios (…) tienen intereses económicos detrás de las corridas de toros, tienen vínculos con quien tienen intereses económicos en estos, mal llamados espectáculos”, y que para ello, anunció la preparación para montar foros ciudadanos a efecto de prohibir las corridas de todos en México.
Por: Blas A. Buendía