México, 6 may (PL) Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportan hoy el descubrimiento de fosas y estelas lisas de piedra verde en la Plaza de la Luna, en la zona arqueológica de Teotihuacán, en el Estado de México.
Estos trabajos se realizan en el norte del sitio, en la Calzada de los Muertos, mientras esos hallazgos simbolizan un nuevo ombligo de la ciudad, frente a un nuevo centro cósmico, afirmó Verónica Ortega, directora del proyecto de investigación.
Los especialistas del INAH exploran por primera vez las entrañas de esa plaza donde encontraron lo que, desde una vista aérea, podría simular un paisaje lunar repleto de cráteres: fosas en cuyo interior hay estelas lisas de piedra verde y conductos.
Hasta el momento se ubicaron cinco estelas completas dentro de fosas; un par de ellas juntas. Las alturas y pesos de las piezas varían de 1,25 a 1,50 metros, y de 500 a 800 kilogramos.
Asimismo, hallaron una serie de horadaciones que contenían cantos de río, un código simbólico que los antiguos teotihuacanos elaboraron en las primeras fases de esa urbe, hace mil 900 años.
Las excavaciones se realizan frente al edificio adosado de la Pirámide de la Luna, en la llamada Estructura A, que es un patio cerrado de 25 metros por lado y con 10 pequeños altares dentro, señala un comunicado de prensa del INAH.
Además, los arqueólogos indagan en el subsuelo de esa edificación en busca de los orígenes del espacio ritual de la Plaza de la Luna, que debió ser muy distinto a lo que ahora se observa.
La Plaza de la Luna, explicó Ortega, no era como la vemos. Estaba llena de hoyos, canales, estelas; los edificios quedaban más retirados, incluso la pirámide era de menores dimensiones.
El proyecto que encabeza la especialista comenzó en 2015 y este año se retomó a inicios de abril para concluir a finales de julio.
Salvo las excavaciones efectuadas en la Pirámide de la Luna y en el Conjunto del Quetzalpapálotl, estas son las únicas exploraciones en la citada plaza.