(Agencias) Con tan solo una fecha por jugar, la jornada 37ª de la Liga de España tuvo la particularidad que el Barcelona, el Atlético y el Real Madrid jugaron en el mismo momento, ya que el Blaugrana podía gritar campeón si se daba la derrota del Colchonero y al menos el empate del Merengue. Si bien con estos resultados los de Luis Enrique le sacaban tres puntos de ventajas, por la diferencia de goles el Blaugrana se adueñaba del título.
Pero antes el propio elenco Culé tenía que hacer sus deberes. En el Camp Nou recibió al Espanyol en el clásico de la ciudad, donde la diferencia en la tabla de posiciones se vio reflejada en el desarrollo del encuentro. En el arranque, con un exquisito tiro libre de Lionel Messi convirtió el 1 a 0 y abrió el camino de la goleada. Jugada siguiente, Rakitic consiguió el 2 a 0 pero a instancia del juez de línea el árbitro lo anuló por fuera de juego.
Teniendo varias oportunidades para marcar, recién en el complemento pudo encontrar el segundo tanto. A los siete minutos Luis Suárez, después de una gran habilitación de la Pulga, marcó el 2 a 0. El propio Charrúa consiguió el tercero y su doblete del día a los 16 de cabeza. De esta manera el pistolero se afianzó en lo más alto de la tabla de goleadores con 37 gritos, mientras que lo sigue con 33 Cristiano Ronaldo.
La historia la terminó de sentenciar Rafinha aprovechando el error del arquero López Sabata y Neymar que fue habilitado por Suárez para poner el 5 a 0 definitivo que tuvo a Javier Mascherano desde el arranque.
Con la victoria el Barcelona, que tuvo como titular a Mascherano, llegó a las 88 unidades y deberá ganar en la última jornada ante el Granada para gritar campeón. Si bien pudo consagrarse esta tarde pero la victoria del Real Madrid- que quedó segundo con 87- frente al Valencia le negó el festejo. El Merengue visitará a La Coruña, mientras que el Atlético de Madrid se despidió con 85 al perder con el Levante.