Por Alejandra Flores
(N22) “Lo escribí gracias a la petición de un amigo médico y editor que había leído un artículo mío sobre los cien años de la aspirina donde digo que Oliver Saks mencionó que no había un remedio único para la migraña y lo único recomendable era un café o un té, una aspirina y un cuarto oscuro”, comentó el escritor Francisco Hinojosa.
La migraña en racimos (Almadía, 2016) llega paulatinamente pero segura de la fuerza que habrá de adquirir con el paso de las horas. Engulle a la persona causándole episodios dolorosos de 15 minutos a más de una hora, que se pueden repetir más de diez veces en un solo día. Puede ser tan fuerte que se le conoce también como la migraña del suicidio. Es un padecimiento del que fue víctima por 27 años el escritor Francisco Hinojosa, quien dedica su más reciente libro a compartir su experiencia.
“No solamente lo quería hacer para darlo a conocer a quienes no saben de qué trata este padecimiento, también como una manera de exorcizar todo lo que había querido decir y me había quedado callado. Cuando no tuve que depender de trabajos en oficina, cancelaba mi vida social y me quedaba recluido en la casa con un tanque de oxígeno en el caso del último ciclo. Una cuestión catártica y de alguna manera liberadora, finalmente tenía yo un año de remisión cuando escribí el libro y ya son once. Yo creo que el libro está detrás de esa remisión”.
Este libro de acompañamiento ha servido para tender redes de solidaridad entre quienes la han padecido. En España, piden que se le considere un padecimiento incapacitante.
Por ello, desde la autoficción, el texto muestra también las opciones a seguir, desde terapias alternativas hasta el uso de ácido licérgico e incluso hongos alucinógenos, cuya utilización ha tenido resultados positivos en este tipo específico de migraña en racimos.
“Hablar de este mal es parte de la cura”, a decir de Hinojosa, que ahora prepara dos nuevos libros para niños, que saldrán a la venta este mismo año.