Rusia responderá a escudo antimisiles en Europa

Moscú, 23 may (PL) Rusia hallará una respuesta simétrica al emplazamiento de elementos estratégicos del sistema antimisiles de Estados Unidos en Europa del Este, afirmó hoy una fuente de seguridad.
Responderemos ante cualquier amenaza y encontraremos con qué responder al escudo norteamericano cerca de nuestras fronteras, reiteró el secretario del Consejo de Seguridad Evgueni Lukyanov.
Las advertencias de Rusia se acrecentaron a raíz de confirmarse los planes de instalación por Estados Unidos de rampas de lanzamiento de cohetes interceptores en Polonia y de una estación de radares en Rumanía.
Al respecto el presidente, Vladimir Putin, denunció recientemente en una reunión con el alto mando que el emplazamiento del sistema de defensa antimisiles estadounidense cerca de las fronteras rusas representaba una flagrante violación del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Medio (INF, en inglés).
Putin advirtió que las rampas de lanzamiento que serán desplegadas en el país europeo -próximo a las fronteras con la región rusa de Kaliningrado- pueden fácilmente emplearse para la instalación de cohetes de corto y medio alcance.
El reequipamiento de los puestos de lanzamiento puede realizarse en muy breve tiempo y sin que Moscú lo pueda controlar, lo que significa una amenaza para la seguridad nacional, reiteró el mandatario.
Para el director del Departamento de Desarme de la cancillería Mijail Ulyanov, la puesta en marcha de la fase del escudo en Polonia y Rumanía es capaz de quebrantar la estabilidad estratégica en la región.
Las propias acciones de Estados Unidos -observó el experto ruso- dan argumentos para dudar de que Washington cumple fielmente sus obligaciones con el Tratado INF.
La postura de Moscú aflora con fuerza nuevamente en víspera de la conferencia internacional sobre seguridad con sede en Grozni, Chechenia, el martes y miércoles de esta semana. Rusia estará representada por el secretario del Consejo de Seguridad Nikolai Patrushev.
Asimismo Estados Unidos y la OTAN llevan a cabo una serie de maniobras para incrementar la presencia militar en el Báltico, una zona de influencia histórica y natural rusa.

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