Caracas, 25 may (PL) La visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Japón genera expectativas de que emita disculpas por los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, aunque informes de la Casa Blanca indican lo contrario, según Telesur.
De un texto difundido este miércoles por la multinacional Telesur aquí Caracas, la estancia en Hiroshima programada para el viernes -la primera de un jefe de Estado norteamericano- no tiene como objetivo ofrecer explicaciones por el lanzamiento de la bomba que el 6 de agosto de 1945 causó la muerte de 170 mil personas.
Para demostrarlo, Telesur reprodujo las declaraciones del secretario de Estado adjunto para el Pacífico y el Este Asiático, Daniel Russel, quien dijo que la intención es «hablar sobre un futuro mejor», pero no mencionó los hechos ocurridos hará 71 años.
Por otra parte, la Casa Blanca no respondió a la solicitud de una asociación de sobrevivientes de los bombardeos, quienes pidieron reunirse con Obama.
La actitud del mandatario y los funcionarios de su gobierno contrasta con las palabras que ofreció este miércoles luego de una reunión con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, cuando expresó que rendirá homenaje a «todas las víctimas de la Segunda Guerra Mundial».
Sin embargo, no refirió a los más de 250 mil civiles japoneses calcinados por las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
La interrogante provocó hoy un aluvión de noticias y comentarios en la prensa y las redes sociales, pues, según analistas, el Premio Nobel de la Paz tiene la oportunidad de reivindicar ese título con las disculpas que ansía gran parte del pueblo nipón y la comunidad internacional.
El silencio que guardó Obama en Vietnam sobre la guerra contra esa nación (1964-1973, período de la intervención norteamericana), en la que murieron no menos de cuatro millones de personas, provoca escepticismo y pocas esperanzas, agregó Telesur.
Durante su visita a la antigua Indochina, antes de arribar a Tokio, el ocupante de la Casa Blanca prodigó sonrisas, aprobó el fin del bloqueo a la venta de armas, abogó porque Hanoi se sume al Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), pero olvidó la sangrienta contienda del siglo pasado, según Telesur.
El texto recuerda que, a pesar del viaje, Washington continúa considerando al socialismo vietnamita como un régimen totalitario, un castigo por haberlos derrotado de modo tan claro en la guerra.