- Nuño, Incendiario
- Gasolinas en Caos
- De Veracruz-Mónaco
Tal parece que para alcanzar la condición de presidenciable en el “igualitario” régimen federal en curso, esto es en pos de la nominación priísta a la Primera Magistratura, es necesario antes demostrar que la fidelidad es sólo hacia la suprema voluntad exhibiendo su repulsa a cualquier manifestación civil sin la concesión de la menor posibilidad de diálogo. Se simula sin gobernar; y se elevan las desigualdades a golpes de negligencia e insensibilidad. Tal parece la ruta trazada.
El primero en la lista de “presidenciables” fue, hasta hace muy poco, Luis Videgaray Caso; y muy poco tardó el personaje en mostrar su verdadero perfil a costa de no prever –o disimularlo-, las condiciones del exterior y los bombardeos financieros de la Unión Europea y Wall Street. Nos quedamos al garete con un reducido poder adquisitivo, una moneda en caída libre y los precios del petróleo igualmente en el precipicio como nunca antes. Es significativo para demostrar el nivel de la descomposición actual subrayar que la macroeconomía –la de los grandes consorcios- está sana en la misma proporción que enferma el colectivo por sus ingresos a la baja hasta agotar, por ende, la capacidad de compra. Esto es como si se tratara de una nueva guerra de castas, pero ésta extendida a toda la República, con la finalidad de acercar al gobierno a los multimillonarios-cómplices al tiempo de golpear, severamente, a la sociedad en su conjunto.
No me imagino a un empobrecedor compitiendo, en los templetes, por la máxima posición ejecutiva del país. Y, desde luego, nadie desea retornar a los tiempos de Pedro Aspe Armella –bajo el régimen de carlos salinas-, cuando éste, titular de Hacienda entonces, definió a la pobreza como “un mito genial”; tal sentencia sirvió para que, una década después, los fox redujeran la miseria a base de modificar las mediciones de la misma: así quienes ganan más de un dólar al día no son considerados depauperados in extremis. Puras y reverendas… simulaciones.
En la lista original seguía el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, quien fue derrotado cuando jugó por la alcaldía de Toluca bajo el dominio de peña nieto, uno de los personajes con mayor cercanía con el mexiquense gobernante. Al final de cuentas no dio la talla y quien creció fue su jefe, desdeñado en el arranque, Miguel Ángel Osorio Chong, ex gobernador de Hidalgo y tan oscuro como titular de Gobernación como lo fue como mandatario de su entidad rebosante de cacicazgos aldeanos. Ahora tiene como heredero a Omar Fayad Meneses –esposo de Vicky Ruffo a quien la política no le sienta bien-, para cuanto sea necesario… si gana el PRI naturalmente.
Osorio comenzó tímido, balbuceante –recuérdenlo tras el colapso de la Torre de Pemex el 31 de enero de 2013, dos meses exactos después del inicio de la administración federal vigente-, y sin gran presencia de ánimo ante las catástrofes sociales que se le venían encima y estallaron, hacia el mundo, aquella negra noche del jueves 26 de septiembre de 2014.
Poco a poco, sin embargo, en ausencia de liderazgos naturales y de personalidades férreas, Osorio fue colocándose como el “mejor posicionado” del gabinete peñista, más por omisión que por acción y en medio de una tremenda niebla de mediocridades oscurecida por la más alta corrupción de las que se tenga memoria. No hubo mérito para ello, al contrario: la fuga de “El Chapo” ensució la apoteosis de su captura y las detenciones de algunos de los “capos” sustitutos no han servido para mejorar la imagen de las fuerzas federales, erosionadas por la infiltración de las mafias hasta en los niveles superiores. Lo saben todos, lo dicen pocos.
Y así, pasándose la pelota de una mano a la otra, emergió la figura del acicalado Aurelio Nuño Mayer quien, primero, como asesor presidencial no fue capaz de evitar los sonoros traspiés de su jefe, el primer mandatario, en cuanto a geografía, historia y relaciones internacionales. Estuvo muy cerca de las excentricidades de fox y sus botas de charol en el Palacio Real de Madrid; por fortuna, redujo sus discursos acaso apenado por los gritos de quienes, en las calles, le recordaban los genocidios en México. Nuño no sabía cómo actuar en estos casos hasta que fue trasladado a la secretaría de Educación en sustitución de un enfermo y desvariado Emilio Chuayffet Chemor –“la daga” para los amigos-, quien fue designado embajador en España pero quedándose, hasta ahora, en la antesala.
Nuño es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Iberoamericana –con ello, a través de la comunidad jesuita, extiende sus vínculos con El Vaticano-, y tiene una maestría en Oxford ganada con una tesis poco común: “Construyendo un Estado-Nación sin Impuestos”, una idea ciertamente muy poco afín a las implementadas por su jefe político y guardada, seguramente, en el fondo de los baúles del olvido. Sería demasiado explicar si sus actividades actuales, como autócrata e impostor, se compaginan con sus antiguas ideas universitarias aplaudidas en las inmediaciones de Londres en donde es lícito hablar de cualquier cosa incluso en la célebre speakercorner de la capital. (Alguna vez, para probar el experimento, me trepé a un banco en esta esquina célebre y comencé a disertar, en español, sobre las atrocidades de los gobiernos mexicanos; fue grata mi sorpresa al percatarme de que reuní, en unos minutos, algo así como a unos cincuenta oyentes quienes entendieron el mensaje y alzaron los puños; casi me creí que estaba iniciando una revolución. Jajaja).
Nuño Mayer no pasó por alguna Normal; optó por refugiarse en los centros académicos del exterior y allí formalizó sus estudios con plena conciencia sobre la cultura anglosajona y con las excelencias exigidas para extender todavía las ideas colonizadoras que privan en quienes asumen estar aún como soldados “del imperio”, el Reino Unido, que se extiende a Canadá, pasando por Escocia e Irlanda y otros protectorados.
Quizá por ello, Nuño responde a los maestros, secundado por su patrón presidencial, con la misma insolencia de los gobernadores de la India antes de la llegada de Gandhi y la libertad. Allá debieron ocurrir masacres con miles de muertos antes de que el rey inglés proclamara la Independencia aun cuando el Mahatma solicitó la permanencia de los “regentes” británicos por un tiempo más.
Tal parece ser la filosofía que guía a Nuño: amenaza, golpea, despide y esconde la mano. Dijo que contaba con un ejército de veintiséis mil supuestos maestros, sin plazas obviamente, listos a substituir a quienes, por defender sus derechos y exigir mejoras en la infraestructura educativa –mejores aulas, menos distancias-, dejaran de acudir a sus planteles. Y comenzó retirando a tres mil cien mentores provocando con ello una mayor reacción en entidades con mayores conflictos en el renglón, Oaxaca y Chiapas entre ellas.
Recuérdese que, por desgracia, el gremio magisterial fue durante muchos sexenios uno de los baluartes del priísmo a la sombra de Carlos Jongitud Barrios, primero, y de la célebre “novia de Chucky”, elba esther gordillo morales. Los mentores representaban el mejor caldo de cultivo y asumían tareas en las mesas electorales prestándose, lastimosamente, a la modificación de la voluntad popular para preservar el continuismo de Estado en manos del PRI-gobierno. Con ellos, adiestrados hasta la ignominia, fue posible la imposición de decenas de gobernadores y de varios presidentes de la República. Y ahora este elemento ya no existe para desgracia del propio partido tricolor. (Por cierto, ¿hasta cuándo se tolerará que este instituto se refugie en los colores patrios con tendencia a la manipulación de mentes y conciencias poco instruidas?).
Hay otros que “suenan”; más les vale acallar los rumores porque la soberbia obnubila las mentes pero agita a quienes, como usted y yo, ya no soportamos a los grandes simuladores de la vida nacional.
Debate
Objetivo logrado: importamos el 53 por ciento de las gasolinas que consumimos. ¡Y somos un país productor de petróleo, castigado por los caprichos del mercado y la influencia de los esquiroles árabes que reducen sus precios para vender volumen! Nos acuchillaron con la reforma energética, nunca planteada como prioridad durante la magra campaña presidencial de 2012, y así acabaron con la industria que más recursos proveía al gobierno vende-patrias. No es adjetivo insultante. Vean los hechos.
El periodo actual será recordado, en su momento, por los genocidios, en primer lugar, y por el acelerado desmantelamiento de PEMEX cuando el precio de la mezcla mexicana del crudo se cotizaba a los precios más bajos en varias décadas. ¡Y pensar que nunca aprovechamos los años en los cuales el barril de petróleo llegó a venderse en doscientos dólares! Dilapidó el sector público cuanto pudo en plena batalla contra los intereses generales.
La maldición del oro negro señala que quienes se llenaron de riquezas a costa del patrimonio nacional serán reos eternos del desprecio histórico.
La Anécdota
Cuando llegó al gobierno de Veracruz el heredero, Miguel Alemán Velasco –cuyos hijos ahora extienden uno de los mayores patrimonios mal habidos del México contemporáneo-, se decía que, por sus aficiones aristocráticas, convertiría a su entidad en un Principado, como Mónaco, para autorizar, cada semana, espléndidas carreras de automóviles de lujo.
Ahora, la expectativa es grande. Alguno de los Yunes en campaña –una familia deplorable- habrá de conquistar el Marquesado, herencia de los virreyes Alemán, para desfalcar a los veracruzanos ciegos. Los cacicazgos no son sino simulaciones de los títulos nobiliarios que en nuestro país están prohibidos mientras crece la nueva aristocracia. ¡Fuera con los monárquicos de pacotilla! ¡Y con los lacayos que los apoyen en las urnas!
Los “presidenciables” aún ocultos, los del PRI explícitamente, están dañando severamente el devenir del país.
Creen que la guerra es contra los gobernados y, entonces,
no entienden la filosofía de la democracia aunque tengan doctorados en Harvard y Oxford;
o maestrías, como Nuño Mayer, cuando menos.