- El presidente del TSJCDMX así lo planteó al dictar la conferencia ¿Para qué una Constitución en la Ciudad de México?
- La misma, abundó, se tiene que acompañar con los presupuestos correspondientes
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, magistrado Edgar Elías Azar, urgió a que la independencia judicial quede plasmada en la Constitución de la Ciudad de México, y que la misma se “positivice” con los presupuestos correspondientes, al recordar que durante 154 años de vida institucional eso sólo ha sido un anhelo.
Al dictar la conferencia ¿Para qué una Constitución en la Ciudad de México?, el magistrado pidió ya no más “ocurrencias legislativas” traducidas en reformas que no se acompañan de presupuesto, y que afectan no sólo al Poder Judicial de la Federación, sino también a los poderes judiciales de los estados.
En el Centro Libanés, abundó en que la implementación de reformas cuesta caro, y añadió que los poderes judiciales “ya no lo podemos resistir”.
Se refirió a temas a considerar en la elaboración de la nueva Constitución, y pidió que se entienda que la permanencia en los cargos de magistrados y jueces no deben ser confundidos con los cargos de representación popular.
En los cargos de la carrera judicial, subrayó, se requiere experiencia y largo aliento, y capacitación y experiencia para la consolidación de proyectos.
Dijo que la transformación política de la Ciudad de México hace posible que los habitantes de la misma ya no tengan que pedir permiso a los legisladores de otras latitudes sobre cómo gobernar la vida interna.
“Ya no tendremos que preguntarle a las entidades federativas, como ellos tampoco lo hacen, cómo seleccionar magistrados y jueces como hoy lo estamos haciendo, y cuánto deben durar en su encargo”, comentó Elías Azar.
El magistrado aseguró que el trabajo del próximo constituyente es una oportunidad de oro para seguir construyendo la ciudad que todos los habitantes de la misma anhelan, y que es una oportunidad de cohesión para impulsar muchas otras tareas que precisan del concurso de la sociedad.
Alertó que dicha Constitución no será un remedio mágico para la solución de todos los problemas que aquejan a la ciudadanía. Pero sí será el medio, enfatizó, por el cual se deberá recuperar la confianza en la capacidad colectiva para construir y transformar.
Por: Blas A. Buendía