Washington, 30 may (PL) Como cada último lunes de mayo, hoy se conmemora en Estados Unidos el tradicional Memorial Day (día de los caídos en guerra), acción que se ensombrece con el abandono, miseria e incertidumbre en que viven miles de veteranos de guerra.
Cifras elevadas de suicidios, falta de atención médica adecuada, ausencia de empleos y en muchos casos, ni siquiera la posibilidad de disponer de una casa, convierte en indigentes a cientos de miles de estos hombres que en algún momento de su existencia, arriesgaron su vida en las guerras que despliega Washington alrededor del mundo.
Según cifras oficiales del Buró del Censo de Estados Unidos, de los 23.6 millones de veteranos militares estadounidenses, más de 272 mil son considerados «homeless», ciudadanos de segunda categoría que viven en la calles, duermen bajo los puentes o en bancos de parque.
Investigaciones realizadas por organizaciones no gubernamentales aseguran que anualmente, más de 336 mil 600 veteranos de la Segunda Guerra Mundial, y las guerras de Corea, Vietnam, Granada, Panamá y El Líbano han tenido que dormir alguna noche en la calle.
Se asegura que el 47 por ciento de los veteranos que sirvieron durante la guerra de Vietnam, representan casi una cuarta parte de la población sin hogar en los Estados Unidos.
También se calculan alrededor de 67 mil exsoldados norteamericanos que deambulan sin rumbo y sin hogar de costa a costa de los Estados Unidos, algunos de ellos integrantes de unidades de combate en las invasiones a Afganistán e Iraq, o las operaciones «antidrogas» en Colombia y otros países de América del Sur.
El 45 por ciento sufre enfermedades mentales y la mitad consumen drogas, muchos de ellos presentan discapacidades, incluyendo trastorno de estrés postraumático y lesiones cerebrales severas.
Cerca de 900 mil de estos excombatientes esperan recibir indemnizaciones por discapacidad, y unas 19 mil mujeres militares fueron víctimas de ataques sexuales por sus compañeros y muchas sufren ahora desórdenes mentales.
Unos seis mil 500 veteranos de guerra se quitan la vida anualmente, lo que constituye la escalofriante cifra de casi 22 excombatientes que se suicidan diariamente -uno cada 80 minutos-, el 20 por ciento de la cifra total de suicidios anuales ocurridos en Estados Unidos (300 mil).
Hill Sautner, un terapeuta a cargo de la atención a los veteranos de guerra, plantea que «la tragedia de los veteranos reside en la imposibilidad de elaborar, compartiendo con el resto de la gente, la experiencia del horror concentrado en una guerra de muy corto tiempo».
«Perseguidos por estos recuerdos -añade Sautner-, los veteranos de las sucesivas guerras e intervenciones norteamericanas que en su momento fueron recibidos como héroes, son hoy muertos sociales».
Para ellos, los veteranos de todas las guerras imperialistas, sean la Segunda Guerra Mundial, las de Corea, Vietnam, Granada, Panamá y el Líbano, o las de Iraq y Afganistán, este Memorial Day solo llega con olvidos, pobreza y para algunos, el suicidio como único recurso de librarse del «american way of life» que tratan de imponer con la fuerza de las armas.
Veteranos de guerra en EE.UU. terminan en la pobreza y el olvido
Por Miguel Fernández Martínez