Madrid, 4 jun (PL) Izquierda Unida (IU) inició hoy su XI Asamblea Federal en la que Alberto Garzón sustituirá a Cayo Lara como nuevo líder de ese partido español, nacido hace tres décadas.
Tras ocho años como coordinador federal, Lara cederá el testigo a Garzón, quien asumirá las riendas de la organización a tres semanas de las elecciones generales del 26 de junio, a las que IU concurrirá en alianza con la agrupación emergente de centroizquierda Podemos.
Una mayor participación de las bases, órganos de dirección más ágiles y pasar definitivamente a ser un movimiento social además de político para avanzar hacia la «unidad popular», serán las líneas maestras del futuro líder de Izquierda Unida.
Garzón, cuya candidatura fue avalada en una consulta interna por el 73,7 por ciento de los afiliados, quiere «constituir organización más ágil, rápida, democrática y eficaz, que trabaje para conformar un verdadero movimiento político y social que vaya más allá de IU».
Entre las novedades que saldrán de esta asamblea figuran unos nuevos estatutos, una definida fórmula de consultas a la militancia y un reglamento de primarias, así como un nuevo lenguaje que sea más fácilmente asimilable por la sociedad.
Uno de los problemas que puntualiza IU es la lenta y burocrática dinámica de sus órganos directivos, por lo que su modelo reduce varios de ellos y también sus miembros.
De esa manera, el Consejo Político Federal (máximo órgano entre Asambleas), integrado hasta ahora por unos 250 miembros, pasará a tener 150, de los cuales 90 ya fueron elegidos por la militancia y los 60 restantes serán designados por los delegados de las federaciones territoriales.
Mañana se conocerá la forma de organización de esta nueva IU, que pretende salir del encasillamiento en la «maquinaria electoral» para contribuir a «la construcción de una alternativa que sustente la estrategia de una ruptura democrática y que plantee un nuevo país», reza el documento del futuro coordinador.
El equipo del inminente líder defiende que «la actual configuración y enfoque de IU tienen que adaptarse a los cambios sociales y políticos» de los últimos años, al margen de la irrupción de Podemos.
«Que surgiera otro partido al socaire de nuestra incapacidad para canalizar de manera satisfactoria la frustración social creciente, y nos arrebatara un tercio de nuestro electorado, es lo de menos», sostiene.
Lo que preocupa a la nueva dirección -y a casi el 80 por ciento de los militantes que respaldo su propuesta- es si tendrá IU el coraje político e intelectual para superar sus propias limitaciones.
La candidatura de Garzón, el líder político español mejor valorado por la opinión pública, fue respaldada por el Partido Comunista de España, formación con mayor peso dentro de la coalición de izquierda surgida en 1986, al calor de las movilizaciones contra la OTAN.