Ginebra, 5 jun (PL) Unos 890 migrantes y refugiados murieron en los últimos diez días tras varios naufragios en el mar Mediterráneo, informó hoy la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
La pérdida de embarcaciones aglomeradas de personas que intentan llegar a Europa se multiplicó en las pasadas semanas en la ruta entre Libia e Italia y recientemente en la isla griega de Creta.
«Estamos en un periodo de dolor y vergüenza, dolor por las madres, padres e hijos que murieron, y vergüenza porque esto pasa ante los ojos de Europa», lamentó el secretario general de la FICR, Elhadj As Sy.
Sy pidió a los gobiernos ofrecer rutas seguras a los refugiados que huyen de los conflictos y la pobreza en el Medio Oriente, países de Asia y África.
Este viernes se hundió un bote con 700 migrantes en aguas próximas a Grecia y los guradacostas rescataron alrededor de 340, pero aún se reportan cientos de desaparecidos.
En el litoral de la ciudad libia de Zuwara la Media Luna Roja recuperó los cuerpos de 133 individuos tras los últimos naufragios en el Mediterráneo central, según informó este domingo el portavoz Al-Khamis al-Bosaifi.
La fuente agregó que tres cuartos de los migrantes eran mujeres y al menos cinco niños, en su mayoría africanos subsaharianos.
Según datos de la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados, unas dos mil 510 personas perdieron la vida en la travesía por ese mar desde inicios de 2016.
Italia se perfila como la nueva puerta principal de entrada al denominado Viejo Continente, luego del cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo firmado en marzo entre la Unión Europea y Turquía para devolver a ese territorio los que llegan de forma irregular a Grecia.