Washington, 10 jun (PL) Con el genial LeBron James ávido de gloria, los Cleveland Cavaliers intentarán empatar hoy la gran final de la Liga Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA), cuando enfrenten a los Golden State Warriors en la Quicken Loans Arena.
Cleveland es prácticamente invencible en casa, al extremo que ganaron los ocho partidos que disputaron allí en la postemporada, incluido el del pasado miércoles, cuando vapulearon 120-90 a los Warriors, vigentes monarcas de la NBA.
Además, durante la postemporada, los Cavaliers ganan sus partidos por un promedio de 22 puntos de ventaja cuando juegan ante su público en la sala Quicken Loans.
LeBron y compañía marchan debajo 1-2 en la serie por la corona, por lo que deberán emplearse hoy al máximo para aprovechar el factor localía y equilibrar la balanza. Una derrota los dejaría al borde del abismo, mucho más contra el Golden State de Stephen Curry.
Esta serie, pactada al mejor de siete, pone frente a frente a los dos mejores baloncestistas del mundo en la actualidad: Lebron, un jugador todoterreno, todo talento, inigualable; y Curry, todo magia, imaginación, dinámica y puntería quirúrgica para encestar los balones desde más allá del perímetro.
Estos dos equipos también disputaron la finalísima de la NBA la temporada pasada, con victoria y coronación para los Warriors, tras imponerse por 4-2, aunque vale recordar que LeBron debió arreglárselas prácticamente «solo» debido a las lesiones de sus mejores cómplices en Cleveland.