Washington, 12 jun (PL) Omar Saddiqui Mateen, un estadounidense de ascendencia afgana, fue identificado por la policía como el responsable de la masacre perpetrada hoy en un club gay de Orlando, que acabó con 53 muertos y 43 heridos.
Al ser ultimado por un equipo SWAT, Mateen portaba un rifle de asalto, una pistola de mano y llevaba material explosivo adherido a su cuerpo, por lo cual las autoridades enfocan el crimen como un incidente de terrorismo doméstico.
Los sobrevivientes narraron la irrupción del sospechoso fuertemente armado y disparando a diestra y siniestra en el club Pulse, sembrando el caos y la muerte justo donde tenía lugar una concurrida fiesta de temática latina.
Según algunos testigos, el tiroteo fue incesante durante varios minutos, una auténtica refriega que tiñó de sangre el lugar, al punto que los forenses llevan rato procesando evidencia, en tanto los hospitales cercanos están colpasados.
«Estamos investigando esto como un acto de terrorismo. Cuando tenemos potencialmente decenas de víctimas, creo que podemos calificar eso de actividad terrorista», comentó Danny Banks, agente especial del Buró Federal de Investigaciones.
El tiroteo comenzó fuera del bar en la madrugada, cuando un agente policial respondió al ataque del terrorista, que corrió hacia la discoteca y tomó una treintena de rehenes, antes de ser derribado por una explosión controlada por los SWAT.
Se calcula que habían unos 300 parroquianos en Pulse, descrito como uno de los clubes más populares de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, trans y bisexuales) en Orlando.