*Hora de Despertar
*El Estado de Derecho
*De Hilos Conductores
Dejamos atrás el fin de semana pasado, con su domingo 5 parecido al del cuento en el que tal jornada parecía sobrar, con más indignación que buenos augurios. ¿No se habrá dado cuenta el PRI que es repudiado por la mayor parte de los mexicanos y que sólo con truculencias y trampas puede imponerse? ¿No habrá observado el PAN que los hilos del poder se mueven con mayor rapidez que los de la ciudadanía convencida, ahora al amparo de las negociaciones subterráneas que sus mismos dirigentes prohijaron? ¿No sabrán los perredistas que su convocatoria se dividió, de manera irreparable, como parece igualmente posible la asimilación de los viejos vicios del sistema, por ejemplo en la Ciudad de México, Tamaulipas, Puebla y Oaxaca, para imponerse a mansalva? ¿Habrá despertado Andrés Manuel con su MORENA razonando que más que avanzar retrocedió al perder el fervor de la mitad de quienes participaron con él hace apenas cuatro años en su segunda campaña presidencial?
Los que sí nos dimos cuenta de cada uno de estos episodios notables fuimos los ciudadanos, quienes desafiaron a la lluvia –no sólo la natural sino igualmente la de mañas exacerbadas-, para resolver si debía votarse o no, esto es validar cuantas parodias nos ponían enfrente o rechazar de plano un asiento en el circo, aunque fuera de pista. Fuimos más, muchos más, los segundos porque, de nueva cuenta, ganó la abstención cuyo porcentaje fue infinitamente superior al de cualquiera de los partidos en competencia quienes creen haberse llevado el premio mayor con escasísimos sufragios que los avalan.
Pero se equivocan rotundamente. Desde esta columna proclamo, con destino cierto hacia los observadores internacionales, que el proceso de hace una semana sólo demuestra que en México no existe democracia sino una fusión odiosa, que debemos derribar, entre el presidencialismo y la partidocracia; y, sobre todo, que los mexicanos hemos despertado y, en cadena nacional, podemos instrumentar ya las acciones necesarias para dejar solo a un gobierno que ha perdido, junto a su autoridad moral, toda su legitimidad política. No puede ser serio un mandatario rechazado por el 85 por ciento de sus gobernados y aislado ante una Cámara de Diputados federal que ya no le será dócil y en la cual el radicalismo toma su turno para asegurar… la ingobernabilidad, el peldaño anterior al “estado fallido”.
Mexicanos, amigos de esta columna: debemos actuar más rápidamente que quienes, desde el exterior, se proponen avanzar controlando nuestras rectorías económicas, políticas y sociales, para dominar no sólo nuestros recursos naturales, los del subsuelo incluidos, sino también nuestras conciencias hasta que quedemos convertidos en vasallos de un mundo globalizado en el cual decirse mexicano sea caduco, inapropiado, incluso vergonzoso. No podemos permitir que la ambición se imponga a la razón y el derecho. Como muchos de ustedes, no estoy dispuesto a tolerarlo. ¡Alcemos las manos y el corazón para exigir la licencia indefinida del antipatriota enrique peña y su cáfila de aduladores y ladrones! El mundo entero se asombra que los actos repetidos de corrupción de este gobierno sigan siendo admisibles en una nación aspirante a la democracia.
Dudo mucho, por larga experiencia, que los nuevos funcionarios se atrevan a enfrentar al mal ahora mayor, precisamente la partidocracia que ha engendrado a los legisladores. Al contrario, la defenderán hasta la ignominia. No me detengo siquiera a meditar si serán capaces de anteponer el bien nacional al personal, atenidos a las curules con la fruición de los ladrones, de cuantos saben que están allí en contra de la regla elemental de una democracia: la voluntad mayoritaria. Ardería de vergüenza sentarme en la silla del poder con olor a sangre y a dolor repetido por décadas. ¿Cuántos mal paridos han pasado por ellas a cambio de sólo unos cuantos dignos? No lo toleremos más.
¿Qué sigue? Si peña insiste en mantenerse contra la manifiesta oposición de la mayor parte de los mexicanos, cultos o no pero hastiados de tanta infamia y de tal nivel de corrupción, será la hora de la ciudadanía, primero para exigir un referéndum que sea legal y luego de sancionar y transformar al INE por su decrépita actitud y el racismo de su consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello; después tenemos muchos otros caminos, desde la negativa a pagar impuestos hasta una huelga general que obligue al gobierno a hacer cuentas sobre los riesgos de una digna, y pacífica hasta donde sea posible, rebelión cívica.
No podemos seguir en un país rebosante de simulaciones y complicidades en donde las desigualdades sociales aumentan luego de cada elección. ¿No lo habían notado? Por eso, la indignación casi general –salvo en aquellas entidades en donde la justicia colectiva logró vencer a pesar de los mil obstáculos colocados para provocar tropiezos y esperar que los jinetes no se levantaran más-, aunque incluso las mafias no dejaron de golpear para evitar los pronunciamientos de la voluntad general con gran apoyo de los medios coludidos. Éstos, como he comentado ya, deben ser boicoteados. En la misma tesitura debe exigirse un cambio de rumbo en las cadenas nacionales de televisión. Esto último lo he expresado muchas veces, sin parar NI MORDERME LA LENGUA. Con toda mi conciencia en prenda.
Debemos organizarnos, muy rápidamente, para planear y lograr la salida de peña nieto del poder. No soportaría verlo de nuevo con la banda presidencial el próximo 15 de septiembre, burlándose de nosotros a la cara. No más engaños. Hasta aquí llegó la proverbial tolerancia. O se va este señor del poder o las medidas contra él y su gobierno irán creciendo, sin remedio. Esto, sencillamente, no lo para nadie. No seré yo quien imponga el camino pero me uniré a él con la pasión por este país tan injustamente tratado y bajo el flagelo de un gobierno amoral, fatuo, sin residuos de autoridad siquiera.
Estamos de pie. Que lo sepan, ya de una vez, los gobernantes sin legitimidad, incluyendo a los que se proclamaron el domingo anterior.
Mirador
Cuando el Estado de derecho obedece a la consigna se acerca al “estado fallido”. Tal es el riesgo, inevitable por lo demás, en el que estamos cayendo. Porque, es un hecho, la única “intocable” no era, antes del 26 de febrero de 2013, la “novia de Chucky”, Elba Esther Gordillo, aunque así lo asumiera el presidente Peña Nieto riéndose a carcajadas con Carlos Romero Deschamps, el petrolero cuyas hazañas han rebasado, y por mucho, los peores momentos e historias de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”. Y esto se lo sostengo a cualquiera porque conozco, a fondo, la crónica de ambos sujetos. (Con “La Quina”, por ejemplo, hubo una ocasión en la que recorrí Ciudad Madero con él y, me consta, no todo era cobre; Romero Deschamps, en cambio, debiera comenzar hablando de su paso por Salamanca –donde hiere el recuerdo a decir de José Alfredo-, en donde fue formado por Ramón López Díaz quien llegó a declarar, ufano:
–“Soy cacique, pero de los buenos”.
Y algo parecido me dijo “La Quina” en Tampico, en casa de mi inolvidable amigo Rodolfo Gil Zayas:
–Estos niños de hoy –refiriéndose a Salinas y su pandilla, entre la que se contaba a Manuel Camacho Solís-, saben mucho de Harvard…pero no entienden ni conocen a este país. Esta es la cuestión.
Y tenía sobrada razón sin que, de modo alguno, justifiquemos sus bárbaros excesos; él mismo siempre lo supo y la opinión pública también.
Por las Alcobas
Cuando se rompe el orden constitucional resulta casi imposible restaurarlo después. Por ejemplo, en Tabasco, la clase política o una parte de ésta, venera a dos personajes: Tomás Garrido Canabal y Carlos Madrazo Becerra. El primero de ellos, Garrido, anticlerical furioso, solía presentarse como “enemigo personal de Dios” y, es curioso, que esta entidad sea la que menos templos haya erigido e lo largo de una República rebosante de ellos. Además, Don Tomás, creador de las “camisas rojas” bajo la férula del general Cárdenas, fue gobernador de su estado tres veces, yendo y viniendo como Santa Anna en la residencia un siglo antes. Por cierto, sendos personajes fueron, también, gobernadores de Yucatán.
Y un mandatario yucateco, el ya extinto víctor cervera –no escribo el apellido de su madre por respeto-, se dio el gusto de permanecer en el gobierno del Estado, ¡diez años!, anulando los preceptos constitucionales y reelegiéndose tres veces. Desde entonces, la política de circunstancias domina el escenario… al igual que en Tabasco en donde todo montaje tiene cabida como su inigualable leche de vaca embotellada y los discursos inmóviles de Arturo Núñez Jiménez, el gobernador tránsfuga, tan inocente que se está dejando esquilmar.
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NO SE DEBE ADMITIR EL PECULADO, DESDE LUEGO. Y SI SE SIGUEN DANDO ES PORQUE EL SISTEMA DE CONTRALORÍAS NO HA FUNCIONADO DESDE LA LEJANA ETAPA DEL NEFASTO miguel de la madrid. ES HORA DE PENSAR EN UNA REFORMA ESTRUCTURAL QUE IMPIDA LAS DESVIACIONES Y ENDEUDAMIENTOS EXCESIVOS DE LOS ERARIOS ESTATALES. ¿O SERÁ QUE SON INDISPENSABLES PARA FINANCIAR LAS CAMPAÑAS PRESIDENCIALES… DE TODOS LOS PARTIDOS?