Tel Aviv, 13 jun (PL) Nuevos rastros del emperador romano Constantino podrían surgir de la Basílica de la Natividad, en la ciudad de Belén, a partir de un ambicioso plan de restauración que se emprende hoy.
En un encuentro con la prensa, expertos explicaron que hallaron materiales de madera de restauración, decorados, hace una semana en el interior de los dinteles de Justiniano.
La empresa italiana Piacenti Spa, que lleva adelante las obras de conservación y restauración del monumento histórico, asegura que la confirmación de la antigüedad de las piezas llegará luego de aplicar la técnica de datación con Carbono 14.
«Sin embargo, los arqueólogos ya hablan de que es posible», dijo un vocero de la entidad.
La Basílica de la Natividad fue construida sobre una cueva, donde tradicionalmente se cree que nació Jesús de Nazaret, y es uno de los templos cristianos en uso más antiguos; la primera edificación data del siglo IV después de Cristo.
Fue construido por orden de Constantino I, el primer emperador romano que autorizó el culto cristiano.
La ciudad de Belén, próxima al desierto de Judea, está ubicada en Cisjordania -a ocho kilómetros al sur de Jerusalén- se sitúa sobre dos colinas rocosas.