No hay dudas de que el folklore de México no solo se encuentra en nuestra gastronomía siendo el más popular los tacos icono con el que nos identifican los estadounidenses. Tampoco nuestras vestimentas, la música, usos y costumbres.
No solo lo que se ve, se come y se escucha es parte de nuestro folklore mexicano sino también en nuestro hablar coloquial haciéndolo como uno de los idiomas más difíciles de aprender porque muchas palabras son usadas en doble sentido, y si eso no fuera suficiente también están los dichos y albures.
Como muestra de ello entre los mexicanos se dicen que hay tres grandes mentiras: Mañana te pago, la última y nos vamos, y nada más la puntita, (pero de atrás de adelante).
Pero realmente serán las mentiras más grandes que existen o acaso para las más graves no cuentan, como las que se dan a nivel nacional, porque la disposición federal ha venido a sorprender a todos los mexicanos haciéndose ya una costumbre a la que se vive como parte de la vida todas aquellas promesas de campañas políticas que retumban como si fuera un tiro de gracia funcionando a la perfección las crueles mentiras para mantener viva las esperanzas: “¡No más impuestos!…¡No habrá incrementos a las tarifas de servicios!…etc..
No importa el color del partido que esté en el gobierno federal ya se probó durante poco más de una década con doce sexenios panistas con otros para regresar al partido tricolor y sin importar dizque las reformas energéticas nunca estarán diseñadas para la baja a la última cadena productiva o la población. Siempre serán al alza.
Vicios inventados por los mismos que sin piedad cobran a diestras y a siniestras, esa es la historia de la Comisión Federal de Electricidad, quienes inventaron los famosos diablitos.
Es correcto que los mismos trabajadores de CFE, fueron quienes empezaron a sugerirlo e inclusive ellos hicieron el trabajo comenzando con sus familiares para que gozar del mismo beneficio que ellos de recibir el servicio de manera gratuita; sin embargo, el secreto no duró mucho tiempo corriéndose la voz al resto de la población resultando para muchos ciudadanos fácil de color ese circuito que los exonera de todo pago a la paraestatal.
No existen cifras exactas para determinar cuántos miles de personas en cada entidad reciben energía eléctrica sin un contrato, es decir, robándosela por años, pero ante las alzas de energía eléctrica y los cobros excesivos de tarifa de luz han seguido fomentando lo que la misma Comisión Federal de Electricidad inventó y que continúan practicando para quienes le lleguen al precio para que ellos mismos hagan el trabajo ya sea alterando los medidores, poniendo los diablitos o puenteándolos de otro medidor robándoselo algún inocente siendo esto muy común en departamentos comerciales.
Han hecho campañas de usos ilícitos y detección de anomalías tratando de peinar algunos sectores de la población en diferentes entidades, pero sin poder lograr con éxito un número significante para lo que una vez fue un secreto de familia, pasó a ser un secreto a pueblo que se ha convertido en toda una pesadilla para la misma CFE, de nunca acabar.
Para comenzar su sindicato tiene tanto poder que ni el propio gobierno federal puede con ellos porque tienen el poder en sus manos para quitar o regalar la luz, como para hacer convenios de no interrumpir la corriente eléctrica con organismos como el IFE, para decidir a quién le da crédito como a las presidencias municipales quedándoles a deber millones de pesos y para una familia de escasos recursos no perdonan ni un solo día y el poder para poder desarmar a cualquier consumidor cuando pelea una injusticia ante PROFECO, porque solo basta que un dictamen de CFE diga que existe un delito de robo de luz, sin ser cierto, para que la Procuraduría Federal del Consumidor, desista porque dentro de sus normativas no pueden defender a nadie cuando existe un delito y los únicos peritos oficiales que poseen provienen de la misma Comisión Federal de Electricidad.
Nadie puede con la CFE, ni el gobierno federal y menos el pretender bajar el costo de las tarifas y el gran sentir de los mexicanos es que están jodidos en la Comisión Federal al pretender creerse los engañados, defraudados o robados.