Salvador Estrada
Hasta ahora las reflexiones de los perdedores no han sido claras y están todavía buscando la solución del crucigrama político, que los electores lo resolvieron con el voto de castigo.
En dos de los estados que perdió el PRI, los ganadores, virtuales gobernadores, han anunciado que meterán a la cárcel a sus mandatarios salientes por haber abusado de los “dineros del pueblo” y los dos casualmente se apellidan Duarte. Uno de Chihuahua y el otro de Veracruz. Aquí la película tendría el nombre de “los virtuales contra los Duarte”
Pero los gobernadores no son los “únicos malos de la película”. Existen otros malosos que no tienen la misma jerarquía, pero hartaron a los ciudadanos con sus acciones corruptas. Y que pertenecen al gobierno.
Los policías que roban y secuestran, los jueces que liberan a los llamados narcotraficantes y también a los secuestradores, y meten a la cárcel a los inocentes, que por robar comida los tienen encerrados sin dictar sentencia. En este país los ricos compran a la justicia. Y se dan casos de que hay políticos hampones que roban millones y están libres.
Sin embargo, está el caso del señor Duque, que por hambre sustrajo de los anaqueles cinco diminutos envases de leche, con un costo aproximado de siete pesos, y que la tienda “Siete y once” lo acusó de robo. Un juez lo metió a la cárcel. Y la balanza de la justicia se inclinó por interés cuando debió haber sido por misericordia. “Cosas veredes hermano Sancho”.
En la Ciudad de México, el PRD perdió posiciones porque su futuro candidato a la presidencia abusó de su poder y con la nueva Ley de Tránsito perjudicó a los conductores, con multas excesivas, que todos repudian y piden que se modifique ese reglamento, porque no todos tienen el dinero para pagar, sobre todo los taxistas que viven al día.
Y, el Hoy No Circula doble y hasta triple dejó sin “trabajar muchos particulares”. Las infracciones son para conductores de vehículos, pero nunca para las industrias, que son las más contaminantes, y que deben de colocar filtros en sus chimeneas, pero las autoridades no las ven porque se hacen de la vista gorda.
El partido Morena -Movimiento de Regeneración Nacional-ganó en la capital y festeja su triunfo y considera que en 2018 la victoria será suya. Pero siempre hay un pero. Los ciudadanos emitieron su voto en contra de los malos gobiernos y de aquí a ese año electoral pueden pasar muchas cosas. Y los partidos que perdieron por contar con gobernantes malos, pueden enmendarse y los ganadores pueden dejar de ser buenos por la ambición perderse en el mar de la corrupción. La democracia en México está en agraz. Los nuevos gobernantes van a ser conocidos “por sus obras”. Y los electores, en 2018, darán el sí a los partidos buenos y a sus candidatos y el no a los demagogos y corruptos”.