Por Alberto Aranda
(N22) El museo Rufino Tamayo, el Fondo de Cultura Económica, el MUAC y el complejo de Reforma 222 son algunas de las obras que ha realizado el arquitecto Teodoro González de León, en un homenaje que celebró el Museo de la Ciudad de México por sus 90 años de vida, el integrante de El Colegio Nacional advirtió que se debe repensar de otra manera la capital del país.
“Lo que necesitamos son proyectos concretos más o menos a corto plazo. Que se sepa su alcance completo. Una planeación es otra cosa. Soy alérgico a la planeación, al gran plan. La ciudad debe estar compuesta por una serie de proyectos concretos en infraestructura, basura, todos los temas que tienen que tratarse. Lo que necesita es un plan de coordinación entre entidades, municipios y pequeñas localidades. Eso es lo que se necesita urgentemente. Un plan de coordinación, no una constitución”, comentó Teodoro González de León.
En la mesa para hablar de la obra de Teodoro González de León en la Ciudad de México participaron Miquel Adrià y Pedro Hiriart, así también Axel Arañó, quien se mostró crítico y reflexivo en sus comentarios:
“Tenemos que empezar con la relación del arquitecto con el poder. Recientemente oí una frase que: me imagino cómodo que me relacionen con el poder. Yo no veo ningún problema estar cercano al poder. Todos los arquitectos que han hecho obra importante a lo largo de la historia, exceptuando a algunos países muy democráticos donde la obra pública es por concurso, todos los arquitectos de un modo u otro han estado cercanos al poder. Recibir una asignación directa de la presidencia es estar cercano al poder y eso de ninguna manera hace cómplice al arquitecto de las triquiñuelas que haga el político en turno”, dijo Arañó.
“Claro que la arquitectura siempre es producto del poder, siempre vivimos con el poder, pero creo que el chiste es que tengamos libertad formal, que no atendamos a una monumentalidad buscada por el lado oficial o privado”.