El Cairo, 16 jun (PL) Expertos a bordo del buque francés John Lethbridge recuperaron hoy las unidades de memoria de una de las dos cajas negras del avión egipcio de la aerolínea EgyptAir que el 19 de mayo cayó en aguas del Mediterráneo.
La unidad sacada a la superficie es la registradora de voz de la cabina de pilotos, informó en un comunicado el ministerio de la Aviación Civil de Egipto.
Esa caja negra (realmente de color anaranjado) fue hallada con daños, no obstante lo cual se logró extraer la subunidad de grabación, de hecho el único componente útil para los investigadores.
Tras ser notificada, la Fiscalía General de Egipto ordenó su entrega al comité investigador del accidente, el cual analizará la información preservada en El Cairo.
Con anterioridad, las autoridades de la aviación egipcia habían informado que en caso de que las unidades de memoria de las cajas negras se presentaran un notable grado de daño, éstas serían enviadas a los Estados Unidos para que la empresa fabricante, Honeywell, extrajera la información grabada.
Los esfuerzos de los tripulantes del John Lethbridge se dirigirán ahora, entre otras tareas, a la búsqueda de la segunda caja negra, que registra los parámetros de funcionamiento de todos los sistemas de a bordo del avión.
La víspera, los expertos de la compañía francesa Deep Odean Search, a bordo de ese navío, encontraron en el fondo del mar varias de las principales estructuras del A320 de EgyptAir.
Con las imágenes y localización precisa de las partes de la aeronave halladas se elabora un mapa digital que muestra la distribución especial de las estructuras y piezas, datos que pueden ofrecer indicios sobre si el Airbus A320 impactó íntegro la superficie del mar, o si se desintegró en el aire.
En el avión desaparecido -que cubría la ruta entre París y El Cairo- viajaban 30 pasajeros egipcios, 15 franceses, un británico, un belga, un saudí, un portugués, un argelino, un sudanés, un canadiense, un chadiano, dos iraquíes, y un kuwaití.
Además se contaban 10 miembros de la tripulación.
Minutos antes de que se precipitara al mar, los detectores de humo de la cabina se activaron, según datos trasmitidos en tiempo real por el sistema automático de a bordo Acars, confirmados por ministerio francés de la Aviación Civil.