México, 20 jun (PL) El trágico saldo de los enfrentamientos entre policías y maestros en Nochixtlán, Oaxaca, subraya hoy la necesidad de que el gobierno inicie un proceso de diálogo con los docentes, afirma el diario La Jornada.
En su editorial de este lunes, el rotativo se refiere a los choques en diversas localidades oxaqueñas, donde maestros, pobladores y policías se enfrentaron incluso a tiros, con saldo de seis muertos, decenas de heridos y detenidos.
La Jornada apunta que tal situación debería llevar a la inmediata reflexión a las partes en conflicto y al inicio de un proceso de diálogo que permita resolver las diferencias entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el gobierno federal en torno a la reforma educativa, que la primera rechaza en varios de sus puntos y el segundo se empeña en aplicar a rajatabla.
Al mismo tiempo es ineludible esclarecer las circunstancias en las que murieron seis personas en los enfrentamientos ocurridos en Nochixtlán y fincar las responsabilidades penales que correspondan, apunta.
Más allá de las trágicas consecuencias y de las secuelas legales de la violencia de ayer, es claro que la cerrazón oficial, lejos de debilitar la oposición magisterial a la reforma educativa, la ha extendido, enconado y propiciado la aglutinación de diversos sectores y de organizaciones, enfatiza el diario.
Hace notar que el movimiento magisterial está implantado en el tejido social de muchas regiones oaxaqueñas. Las ofensivas en su contra terminan siendo vistas como ataques a las comunidades, continúa el editorial.
Corresponde al Estado la responsabilidad última de la moderación, la visión de largo plazo y la preservación de la armonía y, que por ello, ante un problema como el generado por la reforma educativa debe agotar todas las instancias posibles de solución pacífica antes de echar mano de la fuerza pública, remarca.
La Jornada llamó a escuchar el clamor de las múltiples voces institucionales, políticas, sociales e individuales que demandan el inicio de un proceso de diálogo en torno de las normas implantadas en 2012 y 2013, abrir el cauce a una negociación que permita conciliar las razones oficiales con las de los maestros inconformes y hacerlo antes de que sea demasiado tarde.