Londres, 24 jun (PL) Los fumadores canadienses intentan dejar de fumar unas 30 veces antes de lograrlo, señala un estudio publicado hoy en una revista británica.
Siempre se habló de entre cinco y siete tentativas, pero para nosotros (las cifras) eran mucho más altas, dijo el autor principal, doctor Michael Chaiton, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Toronto, Canadá, en un artículo divulgado en BMJ Open.
El equipo de Chaiton divulgó los resultados obtenidos de mil 277 personas con la Encuesta de Tabaco de Ontario, a las que siguieron hasta tres años.
Cuando comenzó el estudio en el 2005, los participantes informaron cuántas veces habían intentado dejar de fumar seriamente y, cada seis meses, respondieron cuántas pruebas habían hecho en ese período, señalaron.
Se consideraba que una intentona era exitosa cuando un participante no había fumado durante un año, expresaron.
Como parte de la investigación los autores utilizaron esas respuestas y cuatro modelos estadísticos para calcular cuántas veces intenta dejar de fumar el tabaquista promedio.
En tal sentido el esquema indicó que eran 30 tentativas por fumador, dijo Chaiton.
Por su parte el segundo problema es que sólo le preguntábamos a los que habían dejado de fumar, expresó.
El nuevo estudio describe mejor lo que les sucede a la mayoría de los fumadores en el tiempo, pero no predice qué le ocurriría a un fumador que intenta abandonar la adicción, comentó.
Recordó que dejar de fumar suele ser un proceso prolongado con muchas recaídas.
Al decir del experto si cuando hablamos de tratar de disminuir la cantidad de fumadores lo hacemos orientados en un solo intento de cesación no vamos a tener demasiado éxito, dijo.
Chaiton aseguró que varios medicamentos para dejar de fumar, las políticas de espacios libres de humo y las advertencias en los paquetes de cigarrillo son herramientas útiles.
Según la Organización Mundial de la Salud el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
A pesar de ello su consumo está muy extendido en todo el mundo, lamenta la agencia.