Washington, 24 jun (PL) La escasez de lugares para almacenar cadáveres y las prolongadas demoras en las autopsias y pruebas toxicológicas a personas fallecidas a causa de sobredosis de narcóticos está generando hoy una alarma en Estados Unidos.
Esta crisis es producto de las elevadas cifras de muertes registradas en los últimos años, lo que provoca conflictos en las oficinas de medicina forense, destaca este viernes el doctor David Fowler, presidente de la Asociación Nacional de Médicos Forenses, y jefe de este servicio médico en Maryland.
Según Fowler, existen muchas partes del país que tienen «problemas sustanciales» en materia forense, y en su opinión, «las sobredosis por drogas incrementan esos problemas».
Cifras ofrecidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reflejan que en 2014, más de 47 mil personas murieron por sobredosis de drogas, con un aumento del siete por ciento respecto al 2013.
El incremento de las muertes está relacionado con el consumo de heroína y analgésicos opioides, y según recientes informes, las sobredosis continúan en ascenso.
Fowler explicó que existen alrededor de 500 patólogos forenses en el país, pero se necesitan al menos mil, cifra difícil de alcanzar pues muchos estudiantes de medicina prefieren optar por empleos mejor pagados, que en trabajos regulares de patología en los hospitales.
Por su parte, el doctor Brian Peterson, jefe del servicio médico forense en Milwaukee, explicó que de 2011 a 2015, las muertes por uso de drogas crecieron en un 41 por ciento, reportándose 254 fallecimientos, de ellos 110 relacionados con el consumo de heroína.
Recientes reportes confirmaron que en Connecticut planean alquilar un camión refrigerado para almacenar los cuerpos de fallecidos, pues las áreas de almacenamiento muchas veces están ocupadas a máxima capacidad.
En Wisconsin, en ocasiones la oficina forense del condado de Milwaukee tiene que poner los cadáveres en catres estilo militar en su área de almacenamiento por falta de camillas.
También la oficina forense del condado Hamilton, en Cincinnati, tiene un atraso de más de 100 días en las pruebas de ADN, para esclarecer las investigaciones policíacas relacionadas con el uso de drogas, en gran parte debido al incremento de las muertes por sobredosis.