Washington, 25 jun (PL) La economía afianza hoy su protagonismo en la campaña presidencial estadounidense entre demócratas y republicanos con la violencia armada y la inmigración tensando la cuerda.
Esta semana la virtual candidata demócrata, Hillary Clinton, arremetió contra los planes económicos de su rival, el republicano Donald Trump, y alertó que su puesta en práctica conducirán al país a una recesión y al aumento del desempleo, entre otros aspectos negativos.
Hillary destacó la naturaleza incoherente de las propuestas económicas de su rival, y su mensaje engañoso cuando le dice a los votantes de bajos y medianos ingresos que sus planes fiscales los beneficiarán.
El tema avanzó con fuerza durante la semana luego de un informe de la firma Moody Analytics, que analiza las tendencias económicas y políticas en el país, y cuenta con una trayectoria perfecta, al predecir con exactitud todas las elecciones presidenciales desde 1980, entre ellas la victoria del presidente Barack Obama en 2012.
Las propuestas económicas de Trump aislarían al país, perjudicarían su crecimiento económico, aumentarían el déficit federal y costarían millones de empleos, según Moody.
Las conclusiones sombrías del grupo precisan que los más ricos se beneficiarían de las propuestas del magnate neoyorquino, mientras que la clase media y baja estadounidenses serían los más perjudicados.
Si llega a la presidencia el republicano, la economía sufriría una recesión larga y al final de su primer mandato habría 3,5 millones de empleos menos que hoy y la tasa de desempleo se ubicaría en siete por ciento, muchos más que los cerca de 5 puntos porcentuales que tiene ahora, asegura el grupo.
En consonancia con los ataques del partido azul, el comité de campaña que redacta la plataforma para la convención nacional adoptó un lenguaje en apoyo de un salario mínimo de 15 dólares la hora, algo que complece las aspiraciones del también aspirante demócrata Bernie Sanders y a sus millones de seguidores.
El comité, que prosigue sus labores este sábado, también apoyo las ideas de Sanders para la abolición de la pena de muerte y la ampliación de la seguridad social, entre otras iniciativas con peso en el tema económico.
En este escenario convulso destacó esta semana un fallo de la Corte Suprema que con un empate «técnico» (4-4) invalidó los alivios migratorios de Obama con lo que puso a cerca de cinco millones de personas sin papales en un limbo que pudiera terminar en su deportación.
Obama planteó con categoría que ahora le toca al Congreso decidir sobre el asunto y a cerca de 27 millones de latinos con derecho al voto en noviembre dar su veredicto.
También resultó sustantivo durante la semana el fracaso del Congreso en aprobar alguna norma de control sobre las armas en el país, a lo que se oponen los republicanos alegando que lo que se legisle puede violar derechos constitucionales.
No obstante, hay una posibilidad remota de que antes del receso congresional del 4 de julio, tanto el Senado como la Cámara de Representantes, voten iniciativas que limitarían el acceso de personas marcadas como terroristas a las armas.